Estoy en mi sétimo día post transfer y los 5 primeros días he hecho reposo absoluto, aunque me levantaba de vez en cuando a dar un mini paseo por la casa.
Resulta que desde ayer estoy haciendo vida más o menos normal, llevo a la niña a la guarde y arreglo mi casa aunque sin darme grandes palizas. Ayer ya me sentí un poco nerviosa pero es que hoy ha sido tremendo.

Al salir del garage le he dado un pequeño golpe al coche, prácticamente no se nota nada pero es que da la casualidad de que el jueves le sacamos del taller porque nos arreglaron unos arañazos que tenía, os podeis imaginar que esto ha aumentado mi ansiedad y nerviosismo.

Para colmo, Sara está muy rara esta semana, yo creo que se da cuenta de que algo pasa, yo siempre he sido mucho de cogerla en brazos y de tirarme al suelo a jugar con ella y como estos días no lo hago ella lo nota. Al aparcar para dejarla en la guarde, normalmente la cogía en brazos y como ahora no la puedo codger (ya pesa 15 kilos) me ha dicho que está muy triste y al entrar en la guarde se ha abrazado a mis piernas y se ha puesto a llorar desconsoladamente (me ha dicho la prfoe que estos días está muy sensible), os podeis imaginar entre unas cosas y otras como me he puesto. Me he montado en el coche y me he puesto a llorar como una loca, aunque sé que debo mantener la calma, no he podido evitarlo.

Luego por supuesto está el tema de la beta, aún me queda una semana y esta vez estoy como si nada (cuando Sara sí que tuve algunos síntomas aunque pocos) y aunque quiero, intento y me obligo a estar positiva y a pensar que a estas alturas mi embrioncillo ya estará implantado o lo estará haciendo, no puedo evitar pensar en si sale negativo, ya que es nuestro último intento, después de 7 icsis (5 por privada) os podeis imaginar como está la economía y encima yo en paro.

Sé que tengo que animarme pero hoy sobre todo llevo una mañana pésima de ánimos.

Perdonadme por el ladrillazo.
Muchas gracias por estar ahí.