La verdad es que no sabía cómo introducir este mensaje, porque en realidad estoy feliz con la llegada de mi bebé, después de haberlo deseado y haber costado tanto; pero por otro lado estoy medio depre.
Reconozco que el parto fue duro (y sin epidural por un problema de columna), que me desgarré al final y he estado fastidiada y para colmo con infección de orina postparto. Imagino que esto y las hormonas tendrán mucho que ver con mi estado anímico general.
Por otro lado, tengo un problema bastante serio con mi familia política. No entienden ni respetan mi forma de actuar con el bebé, y ya han montado alguna bronca del tipo: “no nos dejáis ver a la niña”, o “siempre que venimos está dormida”, o “tenéis que hacer esto o aquello”. Y cosas así, que me sacan de mis casillas. El problema es que además mi marido se siente en medio y quiere contentar a todas las partes y eso a veces no es posible. Ellos quieren bañar a la niña (tiene 23 días), sacarla ellos de paseo, despertarla cuando duerme para poder cogerla… y yo no paso por ahí.
Así que en lugar de estar feliz, ando medio angustiada por los rincones, temiendo cada llamada o cada visita. Llevo varios días llorando y la niña está empezando a notar mi inquietud, porque ella también anda revueltilla.
¿Algún consejo, alguna palabra de ánimo? Os juro chicas que las necesito.
Por otro lado, me sienta mal estar triste y me siento muy culpable, ya que al fin tengo a mi niña, que es preciosa y una maravilla y por la que he peleado mucho para tenerla, y sin embargo no termino de disfrutar.
Gracias por escucharme y un saludo para todas.
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