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Contracciones uterinas: un reto para la implantación del embrión



Todavía no sabemos las causas exactas por las que en unos casos se consigue el embarazo y en otros no. El proceso de implantación embrionaria es un conjunto de procesos con muchas incógnitas.

Partiendo del hecho de que los principales factores que influyen en la implantación son el embrión y el útero materno; Contamos con grandes avances en el campo de la embriología que nos permiten conocer y clasificar a los embriones no solo morfológicamente sino genéticamente, ampliando la información acerca de su capacidad de implantación.

Sin embargo, en la parte del factor uterino, los avances son escasos. Cuando un útero tiene una anatomía y desarrollo aparentemente normal y tenemos embriones con óptima capacidad implantatoria, ¿por qué no anidan?,¿por qué no dan lugar a un embarazo evolutivo? Evidentemente la personalización es muy importante en estas circunstancias, pero sabemos que un mayor estudio uterino puede acercarnos a la clave del problema.

¿Qué son las contracciones uterinas y para qué sirven?

Las contracciones uterinas son fisiológicas, es decir, debe haber contracciones uterinas (movimientos musculares) en el proceso de implantación para que esta ocurra de forma correcta. Las contracciones uterinas funcionan de igual modo que el corazón tiene contracciones en cada latido, si estas contracciones se realizan de forma desordenada podemos tener un problema cardíaco, así, en el útero podría pasar lo mismo. Demasiadas contracciones y de forma desordenada o sin la dirección adecuada pueden hacer que se impida una correcta implantación del embarazo.

¿Cómo conocer si es correcta la contractibilidad del útero?

La medición de las contracciones del útero supone un auténtico reto puesto que no es posible verlas a primera vista. Se han utilizado diferentes métodos para medirlas analizándose su fiabilidad. Definitivamente, el método más utilizado es en el que realizamos un vídeo del útero, para, posteriormente acelerarlo y observar las olas que causan las contracciones uterinas. En el Instituto Bernabeu, desde nuestra unidad para el estudio del fallo de implantación, hemos sido pioneros en realizar un estudio que se ha presentado en los más importantes congresos científicos internacionales, para validar la técnica utilizada, así como, establecer el límite por encima del cual las contracciones uterinas podrían afectar la implantación del embrión.

Soluciones para modular la contractibilidad uterina

El enfoque de cada caso deber ser correctamente estudiado. Sabemos que la progesterona es clave en el control de la contractilidad uterina, por lo que un análisis conjunto de la contractilidad uterina junto con el análisis de progesterona nos ayuda a un diagnóstico y a una estrategia terapéutica.

No obstante, la contractilidad uterina no siempre depende de los niveles de progesterona, por lo que otros tratamientos deberían ser empleados. En este sentido, el Dr. Bernabeu, realizó una importante publicación, que es nombrada a nivel mundial, en el que con un tratamiento específico inhibidor de contracciones uterinas nos puede aumentar la posibilidad de embarazo en estas situaciones.

Papel de la progesterona en la implantación y contractibilidad uterina

La progesterona es fundamental en la implantación embrionaria. Dentro de sus muchas funciones tiene también la de controlar la contractilidad uterina, disminuyéndolas tras ser incrementadas en un ciclo natural por el efecto del estradiol. En la naturaleza la progesterona es secretada por el cuerpo lúteo, es decir por la ovulación que al disminuir la contractilidad uterina favorece la implantación embrionaria y posiblemente su correcto desarrollo.

En nuestra unidad de Fallo de Implantación se ha incluido el análisis de progesterona junto con la medición de la contractilidad uterina para establecer un correcto diagnóstico de la situación y ayudar a su abordaje, formando parte de la personalización que se realiza para cada pareja.

Dra. Belén Moliner, ginecóloga del Instituto Bernabeu.