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El sangrado por implantación no existe. Te explicamos por qué



Si ves que sangras un poco días antes de que te deba venir la regla, es normal que te preguntes si se trata del manchado por implantación. Este ligero sangrado es considerado uno de los síntomas tempranos del embarazo. Se da durante la ventana de implantación (6-12 días después de ovular), y dicen que aparece cuando el óvulo se implanta en la pared uterina. Pero visto que manchar durante la fase lútea es tan común hasta cuando la mujer no está embarazada, ¿cómo puedes diferenciar entre el manchado de una fase lútea normal y el verdadero síntoma de implantación? La realidad es que no puedes, y además, es posible que todo el concepto del sangrado por implantación sea un mito.

¿Qué provoca el manchado durante la fase lútea?

Manchar durante la fase lútea es algo normal en algunos ciclos menstruales. Hay mujeres que manchan todos los ciclos y otras que solo lo hacen rara vez. Normalmente, este viene provocado por el aumento de estrógeno que hay a mitad de la fase lútea, que hace que haya una pequeña caída del nivel de progesterona.

En sí mismo, manchar en la fase lútea no tiene ningún significado concluyente. Puede darse cuando los niveles de progesterona son muy bajos, pero también cuando son perfectamente normales. Puede darse cuando estás embarazada y también cuando no.

Puedes manchar también al principio del embarazo, antes de que te des cuenta siquiera de que tienes un retraso. Según un estudio, el nueve por ciento de las mujeres manchan al principio del embarazo, muy pronto, en los días en los que les iba a llegar la regla. Este manchado solía ser lo suficientemente suave como para no confundirlo con la regla. También solía no ocurrir el día de la implantación2.

¿El manchado es síntoma de embarazo?

Llamarlo sangrado por implantación es un poco un “ahora que lo pienso, seguro que era por eso”. Si se mancha en un ciclo sin embarazo, lo llamaríamos simplemente manchado. Pero si se mancha en un ciclo con embarazo, lo llamamos sangrado por implantación.

Dada la alta incidencia de manchado tanto en ciclos con como sin embarazo, es casi imposible determinar si el manchado tiene algo que ver con la implantación. Y hay una buena razón para pensar que no.

¿Cuál? Pues que, para empezar, se mancha con más frecuencia en los ciclos en los que la mujer no está embarazada. Y cuando lo piensas, tiene mucho sentido. Se suele manchar por una caída en los niveles de progesterona (porque la progesterona es la hormona que ayuda a mantener el revestimiento uterino). Si el óvulo se ha implantado con éxito, la secreción de hCG ayudaría a asegurarse de que no cayeran los niveles de progesterona. El estudio que mencionamos arriba “no halló la manera de apoyar la hipótesis de que la implantación puede producir sangrado vaginal”3.