A pesar de que la información y las campañas suelen estar más enfocadas en los problemas de fertilidad en la mujer, la infertilidad masculina es una realidad frecuente, afectando a 3 de cada 10 parejas que no logran concebir.
¿Cuándo un hombre es infértil?
Es correcto afirmar que un hombre es infértil cuando ha mantenido relaciones sexuales con su pareja durante un año, sin utilizar métodos anticonceptivos, y su pareja no ha logrado el embarazo. Es importante tener en cuenta que esta definición presupone una pareja femenina fértil y en edad reproductiva. En 1 de cada 5 casos la infertilidad masculina es tratable y permite alcanzar un embarazo normal.
Los efectos del paso del tiempo
Con los años el ADN presente en el esperma del varón comienza a fragmentarse, se ocasionan rupturas y lesiones en el material genético del espermatozoide, provocando infertilidad. Los especialistas señalan que los hombres ven su fertilidad reducida en un 70% a partir de los 40 años.
Sin embargo los hombres pueden retrasar o reducir el impacto del reloj biológico. ¿Cómo? Haciendo ejercicio en forma periódica, mejorando su estado general de salud y manteniendo un peso corporal sano.
También es aconsejable eliminar el consumo de tabaco y reducir la ingesta de alcohol: el tabaquismo es una variable con fuerte impacto en la fertilidad y esto lo demuestra un estudio de la Organización Panamericana de la Salud, que señala que las parejas en las que el hombre fuma más de 15 cigarrillos diarios tiene mayores dificultades para lograr un embarazo espontáneo.
El alcohol, por su parte, está vinculado con alteraciones en la calidad seminal, incluyendo oligospermia (baja cantidad de espermatozoides en el semen) y teratospermia (alteraciones morfológicas que pueden impactar en la capacidad reproductiva).
La obesidad también está asociada con alteraciones en los parámetros seminales y bajos niveles de testosterona: los espermatozoides de hombres con problemas de obesidad suelen tener menor movilidad que en varones de peso saludable.
Ante la duda es aconsejable consultar con un especialista en fertilidad para obtener el asesoramiento correcto y así poder hallar un tratamiento que se ajuste a cada caso particular. Lo importante es no dejarse estar, evitar la negación y enfrentar el problema a tiempo para tener mejores probabilidades de encontrar una solución.