Médicos del Hospital La Fe de Valencia han realizado con éxito una cirugía fetal fuera del útero a un bebé de 31 semanas al que le han extirpado un tumor de 168 gramos -cerca del 10% de su peso- que le ocupaba el cuello y parte de la cabeza y tórax y podría haberle causado la muerte.
La intervención se realizó el 2 de diciembre del pasado año y el bebé, Marc, tiene ahora algo más de siete meses, pero hoy han comparecido en rueda de prensa sus padres y facultativos del centro hospitalario para explicar las circunstancias en las que se desarrolló el parto y la intervención.
Al bebé se le diagnosticó, a las veinte semanas de gestación, un teratoma quístico inmaduro de alto grado de malignidad, un tumor gigante que le comprimía la vía aérea y le impedía la respiración y deglución de alimentos.
El caso era “límite” y por ello el 1 de diciembre, y mediante la técnica EXIT (ex utero intrapartum treatment),extrajeron la cabeza y los brazos del bebé del vientre materno para intubarlo sin suprimir la conexión con su madre, de manera que el feto seguía respirando por el cordón umbilical hasta que pudo hacerlo por los pulmones.
De esta forma, se aseguró la capacidad respiratoria del niño antes de cortar el cordón umbilical, ya que unos tres minutos después de hacerlo se interrumpe el aporte de oxígeno a través de la sangre que le proporciona la madre.
Un día después de esta intervención sobre la madre y el feto, al pequeño se le extrajo con éxito el tumor gigante que pesó 168 gramos, entre el 8% y el 10% del peso con el que nació el bebé, 1.900 gramos.
Un tumor denominado teratoma
Según han explicado los facultativos, el tumor, que se ha sido extirpado en su totalidad, por lo que el niño está “seguro y libre de enfermedad”, estaba formado por tejidos, músculos, nervios y pelos. “Es como si fuera otro feto dentro del feto”, han señalado.
Aunque la técnica EXIT ya ha sido utilizada en otras intervenciones realizadas en varios hospitales de Barcelona, Madrid y Sevilla, nunca se había extirpado un tumor tan grande como el que llevaba este feto, han señalado.
Marc fue dado de alta cinco meses después de la intervención y ahora evoluciona favorablemente y sin secuelas, según han explicado sus padres María del Carmen Palacios y Deliz Nieto, quienes han destacado lo “difícil” que fue tomar la decisión de intervenir al feto, ya que corría peligro la vida tanto del bebé como de la madre.
Los padres, residentes en Gandía, se han mostrado muy agradecidos “con Dios y con el equipo médico, que ha hecho un trabajo impresionante”.
“Esta experiencia ha cambiado nuestra vida”, ha asegurado Deliz Nieto, de origen argentino, mientras que la madre ha destacado que la información facilitada en todo momento por el hospital “ha hecho que hayamos estado más tranquilos a pesar de la dureza del momento”.
A raíz de este caso se ha creado un Comité de Cirugía Fetal en el Hospital La Fe, creado por obstetras, anestesistas, neonatólogos, cirujanos maxilofaciales, radiólogos, urólogos y cirujanos pediátricos para optimizar el nacimiento, asegurar la vía aérea y planear el tratamiento quirúrgico de casos similares. En este sentido, Carlos Gutiérrez, del servicio de cirugía pediátrica, ha señalado que, a su juicio, no se deberían hacer interrupciones voluntarias del embarazo (IVE) sin que los fetos pasaran antes por un Comité, ya que es preciso tener “muchos datos” antes de tomar una decisión al respecto.
Por su parte, Alfredo Perales, del servicio de obstetricia, ha destacado que esta intervención ha sido posible gracias a la coordinación de todos los servicios implicados, algo que también ha subrayado la doctora Isabel Izquierdo, del servicio de Neonatología.
La intervención se realizó el 2 de diciembre del pasado año y el bebé, Marc, tiene ahora algo más de siete meses, pero hoy han comparecido en rueda de prensa sus padres y facultativos del centro hospitalario para explicar las circunstancias en las que se desarrolló el parto y la intervención.
Al bebé se le diagnosticó, a las veinte semanas de gestación, un teratoma quístico inmaduro de alto grado de malignidad, un tumor gigante que le comprimía la vía aérea y le impedía la respiración y deglución de alimentos.
El caso era “límite” y por ello el 1 de diciembre, y mediante la técnica EXIT (ex utero intrapartum treatment), extrajeron la cabeza y los brazos del bebé del vientre materno para intubarlo sin suprimir la conexión con su madre, de manera que el feto seguía respirando por el cordón umbilical hasta que pudo hacerlo por los pulmones.
De esta forma, se aseguró la capacidad respiratoria del niño antes de cortar el cordón umbilical, ya que unos tres minutos después de hacerlo se interrumpe el aporte de oxígeno a través de la sangre que le proporciona la madre.
Un día después de esta intervención sobre la madre y el feto, al pequeño se le extrajo con éxito el tumor gigante que pesó 168 gramos, entre el 8% y el 10% del peso con el que nació el bebé, 1.900 gramos.
Un tumor denominado teratoma
Según han explicado los facultativos, el tumor, que se ha sido extirpado en su totalidad, por lo que el niño está “seguro y libre de enfermedad”, estaba formado por tejidos, músculos, nervios y pelos. “Es como si fuera otro feto dentro del feto”, han señalado.
Aunque la técnica EXIT ya ha sido utilizada en otras intervenciones realizadas en varios hospitales de Barcelona, Madrid y Sevilla, nunca se había extirpado un tumor tan grande como el que llevaba este feto, han señalado.
Marc fue dado de alta cinco meses después de la intervención y ahora evoluciona favorablemente y sin secuelas, según han explicado sus padres María del Carmen Palacios y Deliz Nieto, quienes han destacado lo “difícil” que fue tomar la decisión de intervenir al feto, ya que corría peligro la vida tanto del bebé como de la madre.
Los padres, residentes en Gandía, se han mostrado muy agradecidos “con Dios y con el equipo médico, que ha hecho un trabajo impresionante”.
“Esta experiencia ha cambiado nuestra vida”, ha asegurado Deliz Nieto, de origen argentino, mientras que la madre ha destacado que la información facilitada en todo momento por el hospital “ha hecho que hayamos estado más tranquilos a pesar de la dureza del momento”.
A raíz de este caso se ha creado un Comité de Cirugía Fetal en el Hospital La Fe, creado por obstetras, anestesistas, neonatólogos, cirujanos maxilofaciales, radiólogos, urólogos y cirujanos pediátricos para optimizar el nacimiento, asegurar la vía aérea y planear el tratamiento quirúrgico de casos similares. En este sentido, Carlos Gutiérrez, del servicio de cirugía pediátrica, ha señalado que, a su juicio, no se deberían hacer interrupciones voluntarias del embarazo (IVE) sin que los fetos pasaran antes por un Comité, ya que es preciso tener “muchos datos” antes de tomar una decisión al respecto.
Por su parte, Alfredo Perales, del servicio de obstetricia, ha destacado que esta intervención ha sido posible gracias a la coordinación de todos los servicios implicados, algo que también ha subrayado la doctora Isabel Izquierdo, del servicio de Neonatología.