Se calcula que alrededor de un 3% de los niños nacidos en España cada año son concebidos con ayuda, es decir, gracias a las técnicas de reproducción asistida. Este método se consolida como una opción reproductiva frente al creciente retraso en la edad de la primera maternidad y, sin embargo, su éxito se suele ver empañado por noticias que cuestionan que los hijos de las TRA sean iguales a los concebidos de forma espontánea.
Ahora, un rotundo trabajo publicado en ‘The New England Journal of Medicine’ da por fin un resultado claro y contundente al menos en lo que se refiere a un aspecto de la salud de estos pequeños (más de cinco millones en todo el mundo). Según el trabajo de los investigadores del Institute of Child Health, en Reino Unido, la reproducción asistida no aumenta el riesgo de cáncer infantil.
Se trata de un estudio importante, no sólo por la revista que lo recoge sino, sobre todo, por el número de participantes, un aspecto que se ha solido criticar en otros estudios que analizaban la mayor prevalencia de enfermedades entre niños fruto de las TRA, como problemas cardiovasculares.
El trabajo publicado en el NEJM analiza datos de todos los niños nacidos por reproducción asistida sin utilizar ovocitos ni semen de donante en Reino Unido entre 1992 y 2008, una cifra que asciende a 106.013 bebés y los coteja con los datos del Registro Nacional de Tumores Infantiles. El objetivo era determinar el número de niños que habían desarrollado cáncer antes de los 15 años y compararlos con las tasas habituales de esta enfermedad en la población inglesa.
Y las cifras fueron claras. “Detectamos 108 casos en la cohorte en comparación con los 109,7 esperados y el intervalo de confianza es tan amplio que sugiere que es muy improbable que hay un aumento del riesgo de cáncer en esta población”, escriben los autores.
El trabajo responde a una duda que se había planteado anteriormente y que estaba apoyada por el descubrimiento de patrones epigenéticos alterados en embriones humanos, en la sangre del cordón umbilical y en la placeta de niños nacidos tras aplicar técnicas de reproducción asistida. Teniendo en cuenta que los mecanismos epigenéticos han demostrado un papel importante en la formación del cáncer, no era raro especular con la posibilidad de que esta dolencia fuera más común en este tipo de concepciones.
De hecho, un trabajo sueco publicado en ‘Pediatrics’ y que analizaba la incidencia de cáncer infantil en 26.692 niños nacidos por TRA entre 1982 y 2005 sí concluía que existía un “incremento moderado” del riesgo de cáncer en esta población.
Por esta razón es aún más importante el trabajo británico que, además, analiza individualmente cada caso oncológico detectado en los niños nacidos por TRA. Así explican, por ejemplo, el ligero incremento de riesgo en hepatoblastoma, un cáncer hepático que, sin embargo, se explica más por el bajo peso al nacer (más común en niños nacidos de TRA) que por las propias técnicas.
“Este estudio es tranquilizador para parejas que estén considerando ser padres a través de la reproducción asistida, para los niños concebidos por esta vía y para sus familias y sus médicos”, concluyen los autores de la investigación.