La edad de las pacientes que se someten a un tratamiento de fertilidad ha aumentado considerablemente en los últimos años. Estas pacientes con edades avanzadas tienen un peor pronóstico en un ciclo de FIV, entre otros motivos, por el porcentaje elevado de embriones con alteraciones cromosómicas.
Éste es uno de los trabajos científicos que han sido aceptados en el Congreso Europeo de Fertilidad Humana (ESHRE), donde hemos cuantificado mediante el Screening Cromosómico Completo (CCS), el porcentaje de embriones alterados en función de la edad materna:
- Edad inferior a 30 años: 31,3%.
- Entre 31 y 35 años: 36,1%.
- Entre 35 y 40 años: 49%
- Mayores de 40 años: 65,7%.
Además, el tipo de alteración identificada no es la misma según el grupo de edad. Los humanos tenemos 2 copias de cado uno de los 23 cromosomas que tiene nuestro genoma. Hablamos de mosomía de un cromosoma cuando en lugar de las dos copias del cromosoma sólo tenemos una, y por otro lado, hablamos de trisomías cuando tenemos 3 copias. Los embriones con monosomías y/o trisomías habitualmente no son compatibles con la vida y no son capaces de implantar en el útero materno.
En el estudio que hemos realizado el nivel de monosomías no se ve alterado por la edad materna, en cambio las trisomías aumentan progresivamente con la edad y principalmente en los cromosomas 2, 11, 13, 15, 16, 21 y 22.
La selección de los embriones cromosómicamente normales mediante Screening Cromosómico Completo (CCS) en ciclos de FIV, es capaz de corregir el efecto deletéreo que ejerce la edad materna en la implantación embrionaria.