Los médicos le diagnosticaron un tumor en el seno de rara agresividad. Elisa Girotto, 40 años, de Treviso, en el norte de Italia, empleada de banca, recibió la terrible noticia en el día más bello de su vida, tras el nacimiento de Alice, el 21 de agosto 2016, una hija deseada y buscada durante años. Fue un golpe inesperado cuando parecía que todos sus sueños comenzaban a realizarse. Para ella y su marido, Alessio, comenzó un calvario: numerosas consultas médicas y citas en las mejores estructuras oncológicas del norte de Italia, con cuatro operaciones para intentar frenar el tumor. Todo fue inútil.
A finales de julio se atrevió a preguntarle al medico: «¿Cuánto me queda de vida?». El marido contenía con dificultad la emoción. «Dos meses», le respondió el médico. Elisa, tras una pausa comentó: «Pensaba que sería algo más. No importa. Lograremos a hacer todo igualmente». El marido confesaría después: «Ha sido la prueba más difícil de mi vida». No se equivocaron los médicos. La joven madre acaba de morir, tras haber empledado estos dos últimos meses de su vida a buscar la forma para acompañar, hasta la mayoría de edad, el futuro de Alice, su hija de un año.
Ante su ordenador se dedicó a comprar online regalos para los cumpleaños de Alice. El marido al principio no lo entendió: «A casa el correo no paraba de traernos paquetes. Los abría y encontraba vestidos para todas las edades, libros, muñecas, juegos didácticos y un mapamundi donde estaban señalados todos los lugares que habría deseado visitar con ella . ‘¿Quién nos manda estos paquetes?’, le pregunté un día. Entonces Elisa mi explicó que eran 18 regalos para nuestra hija, y que yo tenía la misión de empaquetarlos y dárselos en el momento justo. Su último pensamiento fue para Alice», ha contado el marido Alessio al diario «Il Gazzettino». Elisa ha dejado así, con gestos de una madre que llegan al corazón, el mejor testamento para su hija, con un mensaje, expresión de un amor que dura toda una vida: «Así estaré contigo. Sonríe siempre».