Cada año se diagnostican en España 26 mil nuevos casos de cáncer de mama, la primera causa de muerte entre la población femenina. Este tipo de cáncer es el más común en las mujeres y 1 de cada 8 sufrirá uno a lo largo de su vida. Un tipo de tumor que suele aparecer entre los 35 y los 80 años, aunque la franja de los 45-65 es la de mayor incidencia.
Los expertos insisten en la importancia de la prevención y recuerdan los factores en los que se puede incidir, como el embarazo. Así, las mujeres que han tenido hijos tienen menos riesgo de sufrir este tipo de tumor que las que no han sido madres. “El embarazo tiene un efecto protector ya que los niveles de estrógeno disminuyen para dar a paso a las hormonas que intervienen en la gestación, reduciendo así la exposición a los estrógenos y la posibilidad de que se produzca este crecimiento celular descontrolado; es decir, de un cáncer”, afirma el Dr. Raul Olivares, director médico de la Clínica Barcelona IVF.
La edad de la madre también está relacionada con esta incidencia, así, cuanto más joven sea la gestante más disminuye el riesgo y a medida que aumenta la edad el efecto protector es menor. Según The American Cancer Society, las mujeres que se quedan embarazadas antes de los 20 años tienen la mitad de posibilidades de padecer este tipo de tumor.
“Nosotros siempre recomendamos no retrasar, en la medida de lo posible, la maternidad por temas de fertilidad, que disminuye considerablemente a partir de los 35 años. Pero la maternidad temprana también es muy importante para reducir el riesgo de sufrir cáncer de mama en un futuro” explica el Dr. Olivares. El número de hijos también tiene un efecto protector contra esta enfermedad. Así, las mujeres que tienen 5 o más hijos ven reducidas las posibilidades de padecer un cáncer de mama a la mitad.
La lactancia también reduce el riesgo de cáncer
Los expertos también han demostrado que la lactancia materna actúa de protector contra el cáncer de mama y ayuda a reducir este riesgo entre un 10 y un 20 %. (Según un estudio de la Escuela de Medicina y el Hospital Mount Sinai de Nueva York y la Universidad de Washington, que examino a más de 750 mil mujeres durante 30 años). Aunque cuanto más se prolonga la lactancia más se reduce el riesgo, alimentar al bebé solo unas semanas con leche materna ya tiene este efecto. La explicación se encuentra en una proteína, la alfafetoproteína, que es producida por las hormonas del embarazo como el estrógeno y que protege naturalmente al organismo contra el cáncer de mama.
Cáncer y embarazo
El cáncer de mama no impide a una mujer quedarse embarazada, pero el tratamiento para reducir el tumor sí que puede afectar a su fertilidad disminuyéndola. Por ello, los expertos en reproducción asistida recomiendan preservar la fertilidad antes de someterse a los procesos de radio o quimioterapia. “El tipo de cáncer es el que marca la urgencia del inicio del tratamiento y eso será lo que condicione la forma de plantear la preservación de la fertilidad”, asegura el Dr. Raul Olivares, director médico de la Clínica Barcelona IVF. Hoy en día existen diferentes opciones para este fin, como nuevas técnicas de preservación de tejido ovárico y testicular, así como vitrificación de óvulos, espermatozoides y también embriones.