La Fecundación in Vitro es una técnica enfocada a lograr la unión del óvulo con el espermatozoide en el laboratorio, para obtener embriones que puedan transferirse al útero materno. La fecundación de los óvulos puede llevarse a cabo mediante técnica de FIV convencional o Inyección Intracitoplasmática de Espermatozoides (ICSI).
¿EN QUÉ CONSISTE?
1. Estimulación ovárica
La estimulación ovárica controlada consiste en la administración de unas inyecciones para lograr que los ovarios, en vez de producir un único ovocito – como hacen de forma natural cada mes-, produzcan más ovocitos, aptos para fertilización, para poder llegar a obtener un mayor número de embriones.
El tratamiento dura entre 10 y 20 días, según el protocolo empleado. Durante su transcurso se realizan controles clínicos, consistentes en la valoración de los niveles sanguíneos hormonales y el control ecográfico del desarrollo folicular, para comprobar que el crecimiento y la evolución de los folículos es el adecuado.
2. Captación ovocitaria
Cuando confirmamos que la mayoría de los folículos ováricos tienen un tamaño entre 19 y 21 mm se concluye la fase de inducción y se administra una inyección por vía subcutánea para inducir la maduración ovocitaria, aproximadamente 36 horas antes de la captación ovocitaria.
Para la punción, la paciente ingresa ambulatoriamente sin necesidad de dormir en el hospital. La punción o captación se realiza en quirófano y bajo sedación, para que la paciente no sienta ningún tipo de molestia.
El embriólogo identificará a través del microscopio los ovocitos obtenidos en la punción, después se aislarán y clasificarán en su estadio madurativo. Por otro lado, en esta segunda fase será necesario una muestra de semen (de pareja o de donante) para su capacitación posterior
3. Fecundación
Una vez disponemos de los óvulos y de los espermatozoides, se lleva a cabo la unión de ambos para que se produzca la fecundación.
Este proceso puede realizarse por la técnica de FIV convencional, que consiste en colocar en la placa de cultivo un óvulo junto a una elevada cantidad de espermatozoides capacitados (aprox. 250.000/ml) o por ICSI, microinyección intracitoplasmática, que consiste en introducir un espermatozoide vivo dentro del óvulo. Posteriormente se almacenan en una incubadora biológica a temperatura de 37°C y concentración de gases y grado de humedad semejante al cuerpo humano.
Los embriones resultantes son controlados a diario y clasificados según su morfología y capacidad de división.
4. Transferencia embrionaria
Consiste en la introducción de embriones viables, a través del cuello uterino para depositarlos aproximadamente a 1,5 cm. del fondo uterino. Para ello se utiliza un catéter específico de transferencia embrionaria. El número de embriones a transferir dependerá de la edad de la paciente, del número de intentos realizados previamente sin conseguir la gestación, y del criterio médico.
La paciente no necesita analgesia alguna en este proceso, ya que el procedimiento es rápido e indoloro, pero se realizará en área quirúrgica próxima al Laboratorio de Reproducción.
La paciente y el equipo médico acordarán si el reposo posterior es adecuado en su caso concreto.
Durante los días posteriores suele ser preciso recibir tratamiento con progesterona vaginal o subcutánea, y en algunos casos con estrógenos orales, vaginales o transdérmicos.
El test de embarazo se realiza a los 12 a 14 días desde la transferencia. El realizar pruebas de embarazo en orina permite vivir en la intimidad el momento del resultado y sus implicaciones emocionales.
5. Vitrificación de embriones
Tras realizar la transferencia embrionaria, se lleva a cabo la vitrificación de los embriones de calidad no transferidos, con el fin de poder ser utilizados en un ciclo posterior sin necesidad de una nueva estimulación ovárica.