Las alcachofas han sido usadas como afrodisíacos desde el 1700 en Francia, donde los vendedores ambulantes tentaban a sus clientes con la promesa de que !les calentarían los genitales!
En realidad, contienen un compuesto llamada ciarina que fortalece y ayuda a regenerar el hígado.
El hígado es el órgano que, según la medicina china tradicional, es responsable del vigor sexual.
Es un alimento recomendado sobre todo en el segundo trimestre de embarazo, por lo que incluir las alcachofas en la dieta de la embarazada es totalmente seguro.
La alcachofa contiene una cantidad adecuada de calcio y magnesio, cuya carencia puede afectar al estado de los huesos y los dientes de la futura mamá.
Además, también es rica en potasio, necesario porque ayuda a combatir la fatiga y la debilidad muscular.
Eso sí, una vez ya hayas tenido a tú bebé deja de tomarla, le da un sabor amargo a la leche.
Las alcachofas