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En contra de lo que se piensa, la edad del hombre también afecta a la fecundación, asegura un nuevo estudio



Siempre se ha hablado de la edad de la mujer como factor determinante a la hora de lograr un embarazo, tanto si es de forma natural como en procesos de reproducción asistida. De la edad del varón hasta ahora no se había dicho nada y, de hecho, se tiene la creencia de que el hombre puede ser padre a cualquier edad.

Pero un último estudio presentado en la Reunión Anual de la Sociedad Europea de Reproducción Humana y Embriología (ESHRE) en Ginebra, ha demostrado que la edad de la pareja masculina también influye a la hora de lograr un embarazo.

Tanto la edad del hombre como de la mujer, importan

Según los expertos, la reserva ovárica de la mujer comienza a descender a partir de los 35 años, disminuyendo por tanto las probabilidades de embarazo. Los hombres, por el contrario, no tienen la menopausia ni cuentan con ningún “medidor” de disminución de su fertilidad, por lo que siempre se ha pensado que su edad no afectaba a su capacidad reproductiva y que podían ser padres en cualquier momento de su vida.

Ahora, un nuevo estudio realizado por el Centro Médico Beth Israel Deaconess y la Escuela de Medicina de Harvard, y presentado por la ESHRE, ha demostrado que el resultado de la fecundación in vitro también se ve afectado por la edad de la pareja masculina, disminuyendo la tasa de éxito cuanto mayor es él.

“Nuestro estudio ha encontrado que la edad del hombre es un factor independiente en la incidencia acumulada de los nacidos vivos tras un tratamiento de fecundación in vitro”, asegura en el informe presentado la doctora Laura Dodge.

Dicho estudio se llevó a cabo en una clínica de reproducción asistida en Boston (Estados Unidos) entre los años 2000 y 2014. Se analizaron los resultados de 7.753 parejas sometidas a 19.000 ciclos de FIV.

Las mujeres fueron divididas en cuatro grupos de edad: menores de 30 años, entre 30 y 35 años, entre 34 y 40 años y más de 40 años. Los hombres se dividieron en las mismas franjas pero se añadió una franja adicional de 42 años y más.

Este es el primer estudio que calcula la incidencia acumulada de nacidos vivos dividiendo en múltiples franjas de edad tanto a hombres como a mujeres, permitiendo de este modo estudiar simultánemente la importancia que las edades de ambos puede tener

Como era de esperar, el éxito de los tratamientos fue menor en aquellas parejas en las que la mujer se situaba en la franja de 40-42 años, independientemente de la edad que tuviera el hombre. Quedó una vez más demostrado que la elevada edad de la mujer es un factor dominante y negativo para lograr un embarazo.

Si embargo, en el resto de grupos, la incidencia acumulada de niños nacidos vivos sí se vio afectada significativamente por la edad de la pareja masculina, y se comprobó que disminuía a medida que ésta aumentaba.

“Por ejemplo, en aquellas parejas donde las mujeres eran menores de 30 años y el hombre tenía entre 40 y 42 años, la probabilidad de éxito fue de un 46 por ciento mientras que si el hombre se situaba entre los 30 y 35 años, la posibilidad de tener un bebé aumentaba hasta el 73 por ciento. Del mismo modo, en parejas con mujeres de entre 35-40 años las tasas de bebés nacidos vivos fueron más altas con compañeros más jóvenes que con hombres con más edad.”

“En general no se ve ningún cambio cuando las mujeres tienen un compañero masculino de la misma edad o más joven. En cambio, cuando la mujer tiene entre 35 y 40 años es más beneficioso para el éxito del tratamiento que el hombre sea menor de 30 años”

La calidad del semen podría verse afectada con la edad

La doctora Dodge señala en el informe que en los embarazos naturales el aumento de la edad del hombre se asocia con una menor incidencia de embarazo, un mayor aumento del tiempo para conseguirlo y un mayor riesgo de aborto.

Otro estudio elaborado previamente en Reino Unido demostró que la concepción natural durante un período de 12 meses era un 30 por ciento menos probable con parejas masculinas mayores de 40 años que con hombres menores de 30.

La explicación de esta disminución estaría en un menor conteo de espermatozoides y con menor calidad, así como un aumento en la fragmentación del ADN. El aumento de la edad masculina también se asocia con una mayor incidencia de condiciones médicas que pueden afectar a su fertilidad.

“Se han observado alteraciones en los parámetros del semen, aumento del daño del ADN en los espermatozoides y alteraciones epigenéticas en el esperma que afectan a la fertilización, la implantación o el desarrollo del embrión” – declara el informe.

Sin embargo, y a pesar de los nuevos descubrimientos en lo que respecta a la edad masculina, tanto los resultados de este estudio como todo el trabajo previo realizado siguen dando más importancia a la edad de la mujer que a la del hombre.

“Mientras que el efecto de la edad de la mujer en la fertilidad es abrumador, los efectos que tiene la edad masculina son más sutiles. Si nos fijamos exclusivamente en la edad de la mujer, vemos que la tasa de éxito de embarazo disminuye hasta un 46 por ciento entre las mujeres de 40 a 42 años con respecto a las de 30 años. Si nos fijamos exclusivamente en la edad del hombre, la disminución en el mismo rango de edad sólo es del 20 por ciento” – concluye el estudio.