Queridas compañeras:

Quiero pediros disculpas, en primer lugar, por desaparecer del mapa sin decir nada y durante tanto tiempo. No os creáis que ha sido conscientemente. Después de mi 3ª IA me recomendaron FIV, pero estábamos mi esposo y yo tan desanimados que decidimos darnos un tiempo. Esto fue en abril-mayo, y hasta ahora. Necesitaba desconectar completamente de este asunto, porque me torturaba demasiado. He entrado en el foro esporádicamente, y me parece mentira que ya Brujazul e Iloma tengan a sus princesitas. Es muy emocionante.

En segundo lugar, quiero agradecer a todos los miembros de este estupendo foro el apoyo psicológico y la importante información que nos da a todas las mujeres que pasamos por este trance de infertilidad. Yo llevo tres años en esto y es muy estresante. Pero tener información y casos parecidos te hacen sentir mucho más arropada.

Por último, quiero daros la noticia de que por fin me ha tocado a mí. Cada vez que alguien me contaba que por fin conseguía su embarazo, siempre pensaba que esa gran noticia no era para mí, que no iba a tener tanta suerte, que tres años son una eternidad, sin ningún resultado positivo… Pues bien. En septiembre volvimos a la consulta para comenzar la FIV. Yo no estaba muy convencida, me daba miedo la hiperestimulación y los embarazos gemelares, pero no quería dejar pasar más tiempo, porque cada vez tenía menos ganas de ser madre. El médico me dijo que esperara a la próxima regla, y que si tardaba más de 45 días en llegar, me la provocara con el progefikk, como siempre. Así lo hice, pero la regla no aparecía después de una semana, cuando lo habitual es que a los dos días de dejar la progesterona me viniera la regla. Antesdeayer me hice un test, a regañadientes y sabiendo que iba a ser negativo. Pensaba que tendría algún quiste u otro problema y que por eso no me venía la regla. Lo que quería sobre todo era pedir cita y que me vieran, a ver si podía empezar el tto. cuanto antes.

Pues bien, antes de levantarme de la taza del wc, ahí estaban las dos rayitas. Me puse a llorar como una idiota y a dar vueltas por toda la casa. Al día siguiente me repetí el test y volvió a dar positivo. Ayer fui al médico y me sacaron hasta una ecografía. El resultado es que estoy de ¡ocho semanas! De forma espontánea ocurrió el milagro.

Ahora estoy un poco descolocada, con mucho temor por perderlo, aunque se ve que está todo bien y un corazón potente latiendo. De verdad que me parece increíble, de un día para otro me ha cambiado la vida, sin apenas imaginármelo.

Yo creo que me ha ayudado estos 6 meses de descanso y la dieta que hice, recomendada por una endocrina, con la que perdí 6 kilos. Os cuento todo esto para demostrar que hay esperanza, que es posible, que también me ha ocurrido a mí, aunque soy la persona más pesimista del mundo.

Gracias por escucharme, sé que no me lo merezco después de tanto tiempo fuera del foro, pero quiero transmitiros mi gratitud y mis mejores deseos.

Muchos besos, Maravillas