Así lo ha manifestado la co-directora de CREA, Carmen Calatayud, quien ha destacado que los tratamientos de radioterapia y quimioterapia afectan a la calidad de los óvulos y espermatozoides y por ello es importante su congelación antes de iniciar el tratamiento para utilizarlos posteriormente para lograr un embarazo.
En cambio, no aconseja la preservación de la fertilidad en aquellos pacientes que presenten metástasis u otros factores que desaconsejen la estimulación ovárica en las mujeres.
Asimismo, Calatayud considera muy importante una comunicación y sincronización temprana entre el oncólogo y el centro de reproducción “para preservar la fertilidad antes del tratamiento oncológico ya que en función de la celeridad con la que se actúe, va a depender el éxito de la preservación”. Además, ha instado a que los oncólogos se conciencien no sólo a curar al paciente, sino a intentar utilizar las terapias que, siendo igualmente de efectivas, afecten lo menos posible a la fertilidad.
Según la co-directora de CREA, algunas de las secuelas de los tratamientos oncológicos son la amenorrea (desaparición de la menstruación) y la desaparición de la reserva ovárica de las mujeres llegando a quedar como si la mujer tuviera 10 años más.
En cuanto a las técnicas para preservar la fertilidad la doctora Calatayud se ha referido a la congelación de ovocitos y embriones como las más frecuentes y efectivas. En esta línea ha señalado que “la aparición de la técnica de vitrificación embrionaria ha posibilitado una mayor efectividad al lograse mejor supervivencia de los embriones y una mejor tasa de implantación, lo que se traduce en mejores tasas de embarazo. Mientras que con el método antiguo de congelación se quedaba embarazada una de cada tres pacientes, con la vitrificación se quedan aproximadamente la mitad de ellas”
CREA ha sido el primer centro de España en dejar de utilizar el método clásico de congelación y desde el año 2005 se decantaron por la vitrificación que tiene la ventaja de evitar la formación de cristales intracelulares que dañan las células.
Respeto a la congelación de tejido ovárico y su posterior maduración in Vitro, la co-directora de CREA ha señalado que todavía no se tienen grandes resultados. En referencia al autotrasplante de ovario, ha destacado que aunque es poco utilizada, supone otra opción para estas pacientes. Se trata de trasplantar el ovario a una zona alejada de donde se vaya a recibir radioterapia para que ésta no afecte a la reserva de ovario, por ejemplo en el brazo (trasplante heterotópico)
En los casos en los que se reimplanta el tejido ovárico, no sólo se preserva la fertilidad, sino que se puede recuperar la función endocrina del ovario.
CREA RECOMIENDA UN ANÁLISIS DE SEMEN PARA PREVENIR EL CÁNCER DE TESTÍCULO Y LA INFERTILIDAD
CREA aconseja el análisis de una muestra de semen a los varones de entre 15 y 35 años como paso previo en la prevención del cáncer de testículo y la infertilidadDe hecho, a través de la Fundación PROCREA, ha realizado diferentes campañas para la prevención de esta enfermedad analizando gratuitamente el semen de los jóvenes.
Según ha señalado la co-directora de CREA “el cáncer de testículo es el más frecuente entre los varones jóvenes de entre 15 y 35 años y su incidencia está aumentando en la actualidad”.
Además, ha advertido que “en ocasiones el único signo de la aparición de estas enfermedades es la alteración en la producción de espermatozoides, que sólo puede ser diagnosticada a través de un análisis de semen”
De hecho, según datos de la pasada campaña, el 60 % de los jóvenes presentaba valores por debajo de los niveles de referencia de normalidad establecidos por la OMS, un signo de posibles problemas de tipo reproductivo, pero también, en determinados casos, de mayor riesgo de aparición de un proceso neoplásico a nivel testicular. Asimismo, se detectaron 3 casos de riesgo de cáncer de testículo en los que posteriormente la ecografía detectó el signo de micro litiasis, relacionado con una mayor incidencia de padecer este tipo de tumor.
PRESERVACIÓN DE LA FERTILIDAD EN PAREJAS QUE DESEAN POSTERGAR LA MATERNIDAD
La co-directora de CREA también ha subrayado que la demanda por parte de la sociedad para preservar la fertilidad ha ido aumentando en los últimos años no sólo por cuestiones médicas sino también por razones sociales.
En este sentido, ha apuntado que en la actualidad la edad media del primer hijo está entre los 30 y los 34 años y en un 20% de parejas se sitúa entre los 34 y 39 años.
En esta línea, ha señalado que la reserva ovárica de las mujeres se va agotando progresivamente a lo largo de su vida y que al cumplir los 35 años de edad, queda aproximadamente un 10% de la cantidad ovocitaria inicial que además también es de menor calidad. Por ello, se aconseja realizar la preservación de la fertilidad cuando todavía haya reserva ovocitaria, generalmente hasta los 35-38 años.