Hace unas semanas mi amiga Clara me dijo, “Lucia: Nosotras somos vida”. Le pregunte: “¿Qué dices, Clara?”. Y me respondió: “¿Sabias que hay mujeres que necesitan la ayuda de otras mujeres para ser madres? Nosotras somos vida”.
Volví a casa y empecé a investigar sobre la donación de óvulos, tenía muchas preguntas y necesitaba respuestas. Siempre había oído que hay muchas parejas que padecen problemas de fertilidad y tienen que recurrir a una donante de óvulos, para poder tener hijos. Hasta este momento nunca me había planteado que yo pudiera llevar una felicidad indescriptible a una pareja que lucha por tener un hijo. Es más, que el día de mañana me podía pasar a mí y necesitaría la ayuda de otra mujer solidaria, generosa y altruista que me ayudara a cumplir me gran sueño: la maternidad.
Seguí investigando y me di cuenta que cumplía todos los requisitos: soy chica, tengo entre 18 y 34 años, estoy sana y no tengo ninguna enfermedad de transmisión sexual o genética. ¿A que esperaba para acudir a una clínica y seguir informándome de los pasos que debía dar?
Cada minuto que seguía investigando, estaba más decidida de que quería ser donante de óvulos, pero necesitaba más información y por eso rellene el formulario que aparece en la web de IVI y en unos pocos días se pusieron en contacto conmigo. Y aquí estoy, después de unas semanas escribiendo este post y animándoos a todas a que os suméis a este movimiento solidario de ayuda entre mujeres en Facebook: Nosotras somos vida.
Si todavía después de leer este post te estás preguntado por qué has de ayudar a otras mujeres te invito a leer las 10 razones para donar en IVI.
Y es que, yo, tú, ella, nosotras, vosotras y ellas somos vida.