Venezuela no sólo exporta petróleo. La buena preparación educativa y los conocimientos de los científicos del país también son reconocidos en el mundo entero y María Eugenia Póo es una muestra de ello.
Póo, quien en la actualidad se desempeña como embrióloga de la Clínica IVI en Valencia, España, nació en Caracas y es licenciada en Biología por la Universidad Simón Bolívar. Posteriormente obtuvo su maestría y doctorado en el área de Bioquímica y Biología Molecular en la misma institución. “Comencé estudiando el funcionamiento de los canales de sodio en cerebro de ratas, pero siempre me sentí muy atraída hacia el área de la reproducción humana”, cuenta.
En 1993 comenzó a trabajar en el área de Inmunología de la Reproducción, gracias a una oferta que le hizo el Centro Médico Docente La Trinidad: “Hicimos muchos estudios sobre los problemas de aborto recurrente, es decir, los que presentan aquellas mujeres que no tienen problemas para quedar embarazadas, pero que no pueden llegar a dar a luz porque siempre sufren pérdidas, incluso después de la semana 12. Fueron mis primeros pasos en el campo de la investigación en reproducción asistida”, indica.
Su carrera como embriólogo comenzó en 1995 en el mismo centro médico, donde obtenía los ovocitos, los clasificaba y realizaba diagnósticos genéticos previos a la implantación en las pacientes. “Esta técnica permite saber cuáles son los embriones genéticamente anormales, lo que aumenta las probabilidades de tener un embarazo sano”, explicó.
Logros científicos. Llegó a España hace siete años, en 2005, cuando le ofrecieron la oportunidad de trabajar como embrióloga en el centro IVI, un instituto español especializado en la fecundación asistida.
“Me integré al equipo de Carlos Simón, médico ginecólogo y catedrático de la Universidad de Valencia. Tuve suerte porque cuando llegué se estaba formando el Banco Nacional de Líneas Celulares de España, con el fin de lograr la derivación de líneas celulares provenientes de embriones humanos”, indicó la investigadora.
Póo fue la primera persona en Europa en obtener líneas de células madre a partir de una sola célula de embrión humano al tercer día de desarrollo: “La obtención de este procedimiento es muy importante porque evita la destrucción del embrión, lo cual ha sido una de las mayores preocupaciones éticas y legales del desarrollo de investigación con líneas de células madre embrionarias humanas”.
La crisis económica mundial de 2009 trajo nuevos desafíos para Póo: “Los recortes presupuestarios gubernamentales en España afectaron la investigación severamente. La sede de Valencia del Banco Nacional de Líneas Celulares, donde yo me desempeñaba como coordinadora, tuvo que cerrar sus puertas. Fue un golpe muy duro para mí y todo el equipo”.
Aún así, la científica se mantuvo en pie de lucha y fue transferida a la práctica clínica más grande de Europa en material de diagnóstico genético preimplantacional. “Atendemos entre 6.000 y 8.000 casos al año, sólo en Valencia. Estamos muy orgullosos de lo que hacemos ahí”, aseguró.
Esperanza en el futuro. Las razones que motivaron a Póo a irse de Venezuela no tuvieron que ver con su ejercicio profesional. “Yo me sentía bien con mi trabajo en el Centro Médico Docente La Trinidad, pero tengo dos hijos y me di cuenta de que la situación en el país no ofrecía las oportunidades que yo quería para ellos. Ellos son mi todo y así fue que decidí tomar esta oportunidad”, explicó.
En la actualidad, su hijo mayor estudia Ingeniería Mecánica en la universidad. “Creo que los sacrificios realizados valieron la pena”, dijo.
Aunque Venezuela le hace mucha falta, la investigadora asegura que no ha considerado volver. “No me siento motivada a hacer ciencia en Venezuela, porque el atraso que llevamos con respecto a otros países es muy grande. No es un problema de ahora, de la situación política actual. Realmente nunca se ha invertido en ciencia en Venezuela como se debería y eso es una lástima porque hay mucho talento, pero hay mejores oportunidades en otras partes”, señaló.