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Cómo debemos afrontar la realidad: nunca vendrá la cigüeña



Cuando una pareja está a la espera de un bebé y, no es capaz de concebirlo, muchas veces, tanto el hombre, como la mujer rechazan por completo la realidad. Para estas personas la realidad es esperar. La espera por lo general se hace cada vez más larga, y con ella, las angustias y los problemas vienen. Desde la fe, hasta la práctica de ejercicios especiales para buscar el embarazo, y lamentablemente, aún sigue la espera. ¿Cuánto tiempo podrían estar destinados a vivir así? Sin darse cuenta una persona podría renunciar a la felicidad, hasta incluso, de su propia vida. 

¿Podrías renunciar a tu vida solo por tener una ilusión? 

La mayoría de las relaciones cuando descubren que no pueden engendrar un hijo caen en un estado de depresión fuerte, incluso, por años. Sus vidas comienzan a generar un vacío que los lleva a una desestabilidad emocional. ¿Qué podríamos hacer antes de demitir la felicidad? Muchas veces lo que estamos buscando, no aparece donde creemos que puede estar. Con solo mirar a tu alrededor y saber que otros personas y tú necesitan amor y bienestar es más que suficiente. Aunque para muchas personas pueda parecer un poco fuerte e incomoda la frase: “más sufren las personas que existen“, no es más que la pura realidad. 

Bríndale amor a quien espera por ti 

Mientras agotas las esperanzas con años de espera, muchos niños aguardan la llegada de un ser que los quiera. A veces las personas son capaces de pensar que en esos momentos la soledad los invade, y no es así. Las personas que más te quieren son capaces de escuchar tus problemas, ayudarte y apoyarte a la hora de tomar una decisión que te haga sentir mejor. A veces los seres humanos están en desventaja de caer en su propio egoísmo y pensar que si un niño no nace de su vientre no puede ser hijo suyo.

Una madre es aquella que brinda un abrazo en los momentos más necesitados, te apoya, te ama y jamás te deja solo.

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