Por norma general, se recomienda que si tras un año manteniendo relaciones sexuales frecuentes sin protección no se ha producido el embarazo se consulte con profesionales cualificados de reproducción asistida. Si existe algo que pueda hacer pensar a priori la existencia de esta incapacidad para concebir como puede ser la edad, trastornos genéticos o antecedentes médicos o quirúrgicos es aconsejable acudir a una consulta de reproducción asistida antes de ese plazo mínimo de un año.
Cuando se acude a una clínica de reproducción asistida el primer contacto consiste en una entrevista personal. En este primer encuentro se tratará de averiguar lo máximo posible sobre la salud de las personas implicadas. Es muy importantes que, si es una pareja, ambos miembros de la misma acuda a esta primera consulta independientemente de que puedan conocer quién de los dos puede presentar el problema de fertilidad.
Durante esta primera entrevista se anotarán todos los antecedentes médicos de la pareja con el mayor detalle posible. Se tendrán en cuenta tratamientos relacionados con la reproducción pasados, o cualquier otro tipo de tratamientos o intervenciones quirúrgicas a las que se hayan sometido. Los antecedentes familiares o las enfermedades hereditarias también será un tema a tratar en esta primera consulta en la clínica de reproducción asistida. Desde este punto de vista, si se cuenta con informes médicos sobre cualquier aspecto relacionado con la salud de los miembros de la pareja es muy interesante aportarlos para que los profesionales de la medicina puedan contar con todos los datos disponibles sobre la salud de la pareja para evaluar todos los aspectos que pueden influir en su incapacidad de reproducción. También se presta atención a los hábitos de vida de la pareja, la actividad profesional, el consumo de ciertas sustancias como puede ser el alcohol o el tabaco, la toma de anticonceptivos, etc.
Resulta de vital importancia toda la información relativa a los ciclos menstruales de la mujer, la edad de la primera menstruación, la regularidad de los ciclos y su duración, etc.
La primera entrevista puede ser un proceso largo dado que es imprescindible asegurarse que la mujer cuenta con las condiciones de salud idóneas para poder llevar a cabo un embarazo sin contraindicaciones. Se obtiene también información sobre embarazos previos tanto con la pareja actual como con parejas anteriores dado que esta información puede resultar muy útil para conocer la causa del problema de la concepción.
El siguiente paso que suele llevarse a cabo en una clínica de reproducción asistida en esta primera visita es una exploración ginecológica. A la vista de los resultados de la misma el médico puede determinar la necesidad o no de realizar otro tipo de pruebas complementarias. Algunas de estas pruebas son la valoración de la función ovárica a través de una analítica hormonal. Existen otras formas de evaluar esta función ovárica, pero sin duda la más práctica y precisa es la analítica hormonal que se realiza a través de un análisis de sangre en un día concreto del ciclo menstrual. Otra prueba que puede realizarse es un estudio ecográfico basal que permite detectar quistes, tumores o alteraciones a nivel del útero.
Una vez se dispone de todos los datos, los profesionales de la reproducción asistida podrán determinar las causas que impiden la consecución de un embarazo y determinará la mejor forma de proceder para lograrlo.
Detectar el problema que impide llevar a cabo un embarazo es de vital importancia para poder hacer realidad el sueño de muchas parejas y para ello no hay nada mejor que acudir a profesionales experimentados, una clínica de reproducción asistida donde podrán dar respuesta a todas las preguntas relacionadas con la reproducción y asesoraran sobre el tratamiento adecuado para conseguir el objetivo buscado, ser padres.
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