La donación de semen constituye un acto altruista, generoso y voluntario. Las mujeres o parejas que tienen dificultad para lograr un embarazo y recurren a la reproducción asistida y a la donación de semen con el objetivo de conseguirlo, necesitan garantías de que el proceso de selección de donantes es riguroso y asegura la máxima calidad del semen. Por ello, el semen del donante -y el propio individuo- deben cumplir con ciertos requisitos de forma necesaria.
El perfil del candidato ha de ser, primordialmente, el de una persona joven y sana, con una edad comprendida entre los 18 y 34 años.
El semen se somete a controles y exámenes de calidad. La calidad del semen viene dada por unas características en cuanto a número, movilidad y morfología de los espermatozoides. Además, se lleva a cabo una prueba de congelación de la muestra ya que no todas consiguen superar este proceso.
Además de la calidad del semen, es necesario garantizar la salud física y psicológica de los donantes, por lo se realiza un análisis de sangre y una revisión clínica para descartar posibles enfermedades de transmisión sexual y enfermedades hereditarias. Asimismo, se descartan temporalmente los donantes portadores de piercings o tatuajes efectuados los 3-6 meses previos al tener en cuenta los periodos ventana de ciertas enfermedades infecciosas.
Está demostrado que ciertos estilos de vida influyen en la calidad del semen. Así, el consumo de alcohol, tabaco o ciertas drogas o fármacos, o una dieta no saludable pueden deteriorar sus características. En cuanto a la actividad física, la calidad del semen es mejor en los hombres que hacen ejercicio físico moderado y no llevan una vida sedentaria, pero por el contrario, la práctica deportiva de alta intensidad parece estar relacionada con pérdida de la calidad.
En España, la ley garantiza el anonimato del proceso, tanto para el donante como para la mujer o pareja receptora. La selección de donantes se lleva a cabo de modo confidencial y, siempre, por especialistas en reproducción asistida.
