Lo primero que tengo que aclarar es que no todas las mujeres con ovario poliquístico van a manifestar todos los síntomas ni con la misma intensidad. Pero sí que hay unos síntomas que son comunes para poder diagnosticar esta patología. De todos, el más común es la anovulación (o oligo-ovulación), diagnosticada en aquellas mujeres que tienen ciclos de más de 35 días (algunas incluso pueden estar meses sin menstruar).
Otros de los síntomas muy frecuentes son la aparición de acné y vello en zonas como la cara, el abdomen, la parte interior de los muslos o la espalda (lo llamamos hirsutismo) producido por el desequilibrio entre los estrógenos (hormonas femeninas) y los andrógenos (hormonas masculinas).
Por último, pero no por ello lo menos importante, el SOP también está asociado a alteraciones metabólicas como la obesidad, la resistencia a la insulina, la diabetes…
A pesar de que hace años se que conoce esta patología, todavía no queda muy claro el por qué aparece. Así, creemos que es una combinación factores genéticos y ambientales los que finalmente hacen que aparezca el SOP.
También tiene una imagen ecográfica asociada, ya que estas mujeres suelen tener unos ovarios con muchos folículos antrales dispuestos muchas veces de una manera característica (el “signo del collar de perlas”). Pero cuidado, hay que saber diferenciar entre el ovario de aspecto “poliquístico” y el ovario multifolicular, en el que hay muchos folículos distribuidos por todo el ovario, típico de chicas jóvenes con buena reserva de óvulos que NO tienen SOP. Muchas veces me he encontrado en la consulta pacientes que dicen: cuando era joven me dijeron que tenía los ovarios poliquísticos… pero ni tenían alteraciones de la menstruación ni ningún otro síntoma asociado, sólo tenían unos ovarios con muchos pequeños folículos antrales. Sólo por tener esta imagen ecográfica no se diagnostica un SOP.
¿Y qué supone tener un SOP? Si la mujer todavía no quiere ser madre, lo que hay que hacer es tomar unos anticonceptivos con efecto antiandrogénico para mantener la regulación hormonal y que desaparezcan el acné o el hirsutismo. Y si la mujer busca un embarazo, como la anovulación genera, evidentemente, esterilidad, deberemos estimular el ovario con fármacos que induzcan la ovulación (acetato de clomifeno, FSH, HMG…). A veces, la dificultad de la inducción de la ovulación está en que no todos los ovarios poliquísticos responden a los mismos fármacos ni con la misma dosis, con lo que tendremos que ir probando hasta lograr una dosis adecuada con la que consigamos el crecimiento de uno o como mucho dos folículos. En casos extremos, esta inducción es tan difícil, que pasamos de no conseguir ningún folículo a conseguir muchos, sin término medio. En estos casos, la opción de hacer una FIV nos podría evitar el riesgo de gestación múltiple.
El consejo, controlar el peso, llevar una dieta sana y ejercicio físico regular para disminuir las complicaciones que pueden aparecer a largo plazo y pueden ser potencialmente graves (diabetes, enfermedades cardiovasculares…). Por cierto, en cuanto a los problemas de ovulación… es una de las pocas cosas en la vida que mejoran con la edad, ya que, a medida que se cumplen años y va disminuyendo la reserva de folículos antrales, estos ovarios empiezan a funcionar correctamente. Ironías de la vida.