No es un relato totalmente real pero podría serlo. Este es el sentimiento de muchas de las personas que desean tener un hijo y no lo consiguen por sí solas.
Cada vez son más, sea con o sin pareja, las que acuden a un centro de reproducción humana como Embriogyn para hacer realidad el deseo de tener un hijo. Durante el 2012 se realizaron en España 53.000 ciclos de reproducción asistida (RA), convirtiéndose así en el tercer país de la UE con más tratamientos. Cada año nacen en el estado unos 15.000 niños fruto de tratamientos de RA lo que supone el 3% del total de niños nacidos. Un 40% es por causa de la esterilidad masculina, un 40% por causa femenina y el 20% restante es por causa desconocida o mixta.
Ante todo esto, Embriogyn es uno de los centros del estado con una tasa de éxito más alta en cuanto a embarazos. Así lo muestran los resultados del registro 2010 efectuado por la Sociedad Española de Fertilidad (SEF). La media de éxito de Embriogyn está por encima -entre un 10% y un 30% según el tipo de tratamiento- de la media de los centros españoles en todas las tipologías de tratamientos. Estos resultados son verificados por la propia SEF y auditados por una empresa autónoma. Los resultados para el registro de 2011 están en proceso de realización, y según explica el Dr. Pere Feliu, director médico de Embriogyn, “estamos en la línea de buenos resultados del registro anterior, e incluso se mejora en algunos aspectos gracias a la aplicación de nuevos sistemas de estimulación ovárica y nuevas técnicas de laboratorio como la Embryoscope “.
“Todos los que lo hemos pasado sabemos que no es un camino fácil. En todo el proceso hay momentos muy difíciles, pero todo queda compensado al final, cuando tienes lo que tanto deseabas y que es lo mejor que nos ha podido pasar nunca. Es muy duro psicológicamente porque siempre tienes la duda de si nunca podrás ser madre “.
Esta es otra expresión de lo que pueden sentir las personas que se han enfrentado a un tratamiento de RA, por eso Imma Saumell, directora del laboratorio de Fecundación in vitro de Embriogyn, explica que “nos preocupa mucho como nuestros pacientes afrontan el proceso. Forma parte de nuestra manera de trabajar; acompañamos desde el principio a las personas que confían en nosotros porque sabemos que lo necesitan. Sabemos que ya desde antes de comenzar un tratamiento hay muchas dudas e inseguridades, que son normales, por eso hay que hablarlo, para poner cada cosa en su sitio. La empatía y la proximidad médico-paciente es muy importante para tener éxito “.
Embriogyn cuenta con profesionales de la psicología expertos en tratamientos de reproducción asistida para ayudar a minimizar y relativizar los problemas emocionales que puedan surgir durante todo el proceso.
Y si es importante el acompañamiento emocional, más aún todo la parte de diagnóstico. En este sector, es fácil encontrar la posibilidad de hacerte un autodiagnóstico por internet, pero esto normalmente no termina ajustándose a la realidad, porque como explica el Dr. Pere Feliu, “buena parte del éxito de cualquier tratamiento es hacer un buen diagnóstico, para poder dar un consejo reproductivo exacto y que pueda aportar los resultados deseados; para nosotros es muy importante individualizar cada caso y no indicar técnicas superiores si no hay ni inferiores si no nos pueden ayudar a embarazar con las expectativas necesarias, y esto sólo se puede hacer con una buena exploración médica y con el apoyo de las pruebas necesarias”.
Últimamente, vemos muchos casos concretos de personas que hacen público que se están sometiendo o se han sometido a un tratamiento de reproducción. Embriogyn también trabaja para la concienciación social, para que todos sepan cómo funciona la biología reproductiva de la especie humana y se pueda planificar su vida según le convenga en base a una información clara y concisa. Son varias las situaciones que hacen que alguien tenga que recurrir a la reproducción asistida, entre ellas el retraso en la edad de las mujeres para ser madres o el deseo de ser madres solteras.
En el primer caso, hablamos de la preservación de la fertilidad sin causa médica, cuando una mujer con óvulos jóvenes (entre 25 y 35) decide congelarlos para cuando decida ser madre (con o sin pareja) pueda afrontar el reto con ciertas garantías de éxito, porque el potencial reproductivo de la mujer sana disminuye fisiológicamente de manera importante a partir de los 38-40 años.
Por otra parte, cada vez son más también las mujeres que deciden ser madres solteras, y por tanto es un modelo de familia que cada vez es más frecuente en nuestra sociedad.
Embriogyn es un centro ya consolidado en la provincia y la comunidad médica con una sólida trayectoria. Siete años de crecimiento y de buenos resultados, que recientemente ha reafirmado con una renovación de la imagen corporativa. “Queremos aprovechar para transmitir también desde la imagen los valores que nos definen: de poder dar una esperanza real a las personas que quieren tener un hijo y no pueden de forma natural, y la seguridad de que estarán acompañados por un equipo profesional, especializado y con empatía desde el principio al fin, y que realmente nos mueve la pasión de crear vida y de hacer crecer el sueño de nuestros padres y madres, frase que convertimos con nuestro eslogan “dice I. Saumell.