La verdad es que frena un poco la idea de ir y exponernos a conversaciones de embarazos, pañales y demás. No se dan cuenta, pero hablando de sus situaciones, a nosotros nos hacen pensar en las nuestras y nos sentimos incómodos. Claro, que nosotros no tenemos por qué haberles contado nada de nuestra experiencia, y si lo hacemos, quizá se acerquen con más cuidado o incluso sin querer tengan ocurrencias que tampoco ayuden. Como siempre, se podría tirar del ya conocido “solo lo entienden los que lo han vivido”.
Desde lainfertilidad.com, para ofreceros varias visiones, como es habitual, nos hemos puesto en contacto con un Instituto Bernabeu, centro de reproducción asistida donde disponen de un equipo de apoyo psicológico y con personas de nuestra comunidad que han pasado por momentos difíciles, obteniendo diferentes respuestas.
Por una parte, lolu de nuestro foro nos cuenta que ha dejado de asistir a encuentros con sus amigos. La mayoría no tienen hijos, pero simplemente el hecho de sacar el tema, le incomoda. Algunos de sus amigos lo saben, otros no… pero lo que más le duele es llegar a casa y darse cuenta de que a causa de todo lo que está viviendo, está apagada, es incapaz de divertir al resto y de disfrutar con ellos. “Gracias a Dios tengo a alguien a mi lado que es la horma de mi zapato y que no puede haber alguien mejor para mi persona y cómo soy yo (muy sensible)”, nos dice, haciendo alusión a su pareja, en quien se apoya para superar los malos momentos, “aunque a veces pienso en él y en ‘¿Me notará lo mismo, se apagará nuestro amor por todo esto?’”. Realmente, le da igual si hay niños o no, pero en las reuniones con niños lo que le ocurre es que pasa de los adultos, “y me pongo a jugar con ellos, así evito preguntas también”, admite.
Por otra parte, tenemos a alondra1976, que nos cuenta su experiencia… A ella le cuesta estar rodeada de embarazadas: “para mí el simple hecho de salir a tomar el aperitivo con mis dos vecinas embarazadas me supone un suplicio. He tomado la decisión de apartarme de ellas y nos llevamos muy muy bien, pero el hecho de que ellas dos se quedaran embarazadas a la vez hace 5 meses, me está alejando”. Ella no siente rabia, es impotencia, una sensación extraña al escucharlas hablar de las ecografías, de la ropa que están comprando para sus bebés y demás aspectos que conlleva un embarazo. “Siento como si todo el día se pasaran hablando de su embarazo y lo peor es que ellas saben por lo que estamos pasando yo y mi pareja”.
Diferente es el caso de aurora2006, que optó con su marido por la opción de donantes de esperma, asumiendo que en su caso en concreto solo un donante les ayudaría a ser padres; ellos lo asumieron, tras inicialmente no hacerlo, y nunca ocultan que están en tratamientos, por consiguiente no les importa acudir a reuniones familiares, de amigos, etc. “Y cuando hablo de ello me enorgullezco de eso, porque el tabú lo creamos nosotros mismos no admitiendo nuestros problemas; yo he experimentado que al haberlo tomado con naturalidad, los que me han rodeado también lo han hecho, por eso no he tenido problemas de ningún tipo con la gente: algún comentario malintencionado ha habido, pero se aprende a capearlos con sabiduría”.
En Instituto Bernabeu, poniendo su granito de arena, disponen de un programa de ayuda psicológica, mediante lo que ellos denominan Counselling o consejo psicológico, consistente en informar, apoyar, guiar, clarificar objetivos y orientar en la toma de decisiones; de este modo los pacientes se sienten respaldados a nivel emocional desde el momento de la primera consulta.
Ellos, nos cuentan, son conscientes de todo por lo que pasamos y saben que la rabia que nos puede entrar en los momentos en los que estamos en situaciones incómodas es un sentimiento negativo difícil de controlar ya que a menudo viene acompañado de otros sentimientos como angustia, estrés, ansiedad, frustración… ”Le puede servir de ayuda a los pacientes practicar ejercicios de relajación que les permitirán disminuir la intensidad de ese sentimiento en determinados momentos”, apuntan; también podemos preparar nuestro comportamiento creando un guión, pensando en cómo reaccionar ante estas situaciones. Así sentirá mayor control de la sensación. También aconsejan que el paciente ponga sus propios límites en las relaciones sociales, ya que “no tiene que participar en actividades que le produzcan tristeza”, afirman desde el centro.
Asimismo, lamanchega, desde nuestro foro, nos cuenta que después de haber aguantado mucho decidió sacar valor desde dentro de sí misma y enfrentar la solución de otra manera: “Como no quieres perder ni a tu familia ni a tus amigos …en el momento de quedar con todas las embarazadas, de ir al hospital a ver a sus niños, y de todas las reuniones sociales decidí ser valiente y asistir a todo, incluso organizarlo yo”, nos cuenta. “Eso si , sólo dos o tres personas saben realmente por lo que estamos pasando. El no contarlo es una actitud cobarde que no puedo cambiar pero que me haría mas fácil el poder quedar con la gente. No puedo luchar contra esto; de momento creo que seguiré luchando y quedando con mi gente y siendo positiva. Me costará llorar algunos días, sin embargo, es necesario luchar con todas mis fuerzas con esos bajones porque necesito ser fuerte para conseguir mi sueño: ser madre”.
Puede que le contemos a los demás por lo que estamos pasando, pero a veces se les olvida que tienen que cuidar más el lenguaje que utilicen y el tratamiento de los temas que les afectan a ellos: hablar del embarazo de forma natural pasando por alto que les está escuchando alguien que lo está pasando mal porque no lo consigue no ayuda, por mucho que intenten apoyarte. Son temas muy difíciles que pueden hacer que nos alejemos para no seguir escuchando porque lo pasamos mal cuando estamos cerca. No tenemos que ir diciéndole a nadie que no hable de esos temas, es algo que deberían tener más en cuenta ellos dependiendo de quién esté presente, aunque esto no siempre se puede controlar, por desconocimiento, surgirán comentarios.
¿Hasta qué punto ayuda el acercarnos a quienes realmente no entienden por lo que estamos pasando?
Instituto Bernabeu nos respondió a esta cuestión: “La red de apoyo social y familiar es de gran importancia para sobrellevar de una manera más adecuada los momentos difíciles que van apareciendo, pero es aconsejable que se escoja cuidadosamente la persona con la cual compartir sus sentimientos y dificultades”, aseguran, añadiendo que hablar con otras personas en la misma situación haciendo terapia grupal también puede ser una opción, si disponemos de ella.
Sí, hay que tener cuidado eligiendo a quién se lo contamos, coincidimos con la visión de la clínica, que reconoce que no siempre vamos a encontrar lo que buscamos en determinadas personas cercanas de nuestro entorno familiar o de amigos: “No debemos dar por supuesto que las personas que nos rodean conocen y comprenden nuestras necesidades y pensamientos. Hay que tener siempre en cuenta que las personas que le intentan ayudar no son culpables de la situación, y que para ellas también puede ser un tema delicado, difícil de tratar y no les resultará fácil dar un consejo o realizar acciones adecuadas”. Para ellos, es importante que, con paciencia, restemos importancia al significado de determinados comentarios, ya que estas personas forman parte de nuestra vida y van a seguir estando ahí.
Finalizamos con algo que a veces se nos olvida y que nos recuerda el centro, experto en reproducción asistida, y es que no siempre tenemos que estar pendientes de obtener una respuesta cuando contamos nuestra historia: el simple hecho de que nuestra historia sea escuchada por estas personas cercanas también es una gran ayuda que tenemos que agradecer.