¿Qué causa la infertilidad en la mujer?
“Por más que lo intento, ¡no me quedo embarazada!” Esta es una expresión utilizada por muchas mujeres que, tras un tiempo tratando de ser madres, no consiguen cumplir su sueño. En muchas ocasiones, equivocadamente, suelen pensar que padecen infertilidad, cuando esto no tiene por qué ser así. Y es que se trata de un término muy exacto que solo puede ser utilizado cuando se cumplen una serie de características.
¿Cuándo se puede hablar de infertilidad?
Los especialistas emplean el término esterilidad cuando se ha superado el plazo de un año tratando de lograr el embarazo sin éxito. La infertilidad es la incapacidad de lograr un recién nacido vivo, es decir, cuando se han tenido dos o más embarazos consecutivos que terminan en aborto. Sin embargo, a menudo la infertilidad no va más allá y en la mayoría de los casos puede solucionarse.
¿Cuáles son sus principales causas?
Muchas son las razones que pueden explicar la aparición de los problemas de fertilidad, que están relacionados tanto con el factor masculino como con el femenino. En general, estas son las principales causas:
- Insuficiencia ovárica prematura. Se trata de un problema por el cual los ovarios dejan de funcionar correctamente antes de que llegue la menopausia. Por ello, dejan de liberar óvulos que puedan fecundarse de forma precoz, antes de los 40 años.
- Síndrome de ovarios poliquísticos (SOP). Es una enfermedad endocrina frecuente que se caracteriza por la presencia de problemas en la ovulación, quistes en los ovarios y alteraciones hormonales.
- Factores tubo-peritoneales. Se producen cuando las trompas de Falopio sufren en sus tejidos una lesión de cualquier tipo como, por ejemplo, una obstrucción que impide el correcto paso del óvulo.
- Endometriosis. Este es un problema bastante grave que afecta a un 25-35% de las mujeres con esterilidad. Supone la aparición de tejido endometrial fuera del útero, lo que provoca dolor y subfertilidad.
- La edad. Una mujer alcanza el grado máximo de fertilidad, aproximadamente, a los 25 años. A partir de ese momento y hasta los 35, la fertilidad se reduce paulatinamente, mientras que, a partir de esa edad, cae de forma notable. Una vez cumplidos los 40 años las posibilidades de quedar embarazada por vías naturales se reducen a menos de un 10%.
- Otras causas. Las enfermedades de transmisión sexual, los problemas en la glándula tiroides, la diabetes y los miomas uterinos son otras razones que, de manera habitual, explican los problemas de fertilidad.
- Problemas de fertilidad masculina: alteraciones en el semen (mala calidad). Para detectar estos problemas es imprescindible la realización de un análisis de semen o seminograma, que permite conocer la cantidad, la calidad y movilidad de los espermatozoides.
Con frecuencia, las razones que ocasionan la infertilidad sean mixtas, es decir, que provengan tanto del hombre como de la mujer. Hasta en un 28% de los casos, la infertilidad puede tener su origen en una causa desconocida. Es por ello clave la realización de pruebas diagnósticas de ambos factores, para determinar la solución específica para cada caso.
¿Cómo solucionar un problema de fertilidad?
Muchas de las parejas con infertilidad que no consiguen ser padres de forma natural recurren a las técnicas de reproducción asistida para poder cumplir su sueño de tener un bebé. En este sentido, es posible realizar, tras el diagnóstico y en caso de que los óvulos sean viables, a tratamientos como la inseminación artificial y la fecundación in vitro (FIV). En otros casos, sobre todo cuando la mujer es mayor de 40 y es muy difícil quedarse embarazada con sus propios óvulos, se puede llevar a cabo un tratamiento de donación de ovocitos o bien, directamente, de embriodonación.
En caso de que uno de los miembros de la pareja vaya a someterse a un tratamiento médico, por ejemplo, oncológico, que pueda comprometer su fertilidad en el futuro, la pareja puede recurrir a técnicas de criopreservación de gametos para conservar sus espermatozoides, óvulos o embriones, previamente fecundados en el laboratorio. Y así, una vez su salud lo permita, poder quedar embarazada.
En definitiva, y aunque ahora te parezca prácticamente imposible a causa de tus problemas de fertilidad, gracias a los constantes avances en medicina reproductiva un día podrás convertir el “¡Quiero ser mamá!” en “¡Voy a ser mamá!”.