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Sangre de mi sangre.



Muchos de nosotros, los que procreamos sin dificultades, no resistiríamos ni la mitad del proceso y dudosamente pasaríamos todos los exámenes.

Imaginas un embarazo de dos años?

Para mí, son pre- padres ejemplares. Con su tenacidad, con sus ganas renovadas después de cada negativo, de cada aplazamiento. Con un saco lleno de ilusiones y amor como el que llevan encima cuando les dan la enhorabuena.

Así es como deberíamos enfrentar todos la llegada de un nuevo hijo. Este es un comienzo inmejorable.

Que ningún niño viene con manual ya lo sabemos, pero no hay duda de que la predisposición y la voluntad para hacer bien un trabajo, como todo en la vida, garantiza parte del éxito. He aquí porque me gusta tanto trabajar con ellos.

Por si alguien tiene alguna duda yo puedo afirmar que los hijos adoptados o fecundados con medios no son diferentes. Pero también os diré, con la misma seguridad, que la mayoría de sus padres sí.