Lograr un embarazo no siempre es fácil. Para conseguirlo, tienen que darse una serie de circunstancias y coordinarse perfectamente procesos como la liberación del óvulo desde el ovario a la trompa de Falopio, la presencia de espermatozoides en las inmediaciones del óvulo, una trompa que sea capaz de propulsar el óvulo fecundado y el embrión hasta el útero, y la posterior implantación del embrión. Cualquier alteración, por pequeña que parezca, en alguno de estos procesos puede ocasionar dificultades a la hora de concebir.
Se estima que alrededor de un 85% de las parejas jóvenes y sin problemas de salud que tienen relaciones frecuentes, lograrán un embarazo en el plazo de un año y un 93% tras 2 años de intentarlo. Sin embargo, el número de parejas con dificultades para concebir es, cada vez más elevado.
La infertilidad se define como la ausencia de gestación tras un año de relaciones sexuales no protegidas.
Esta definición sirve de orientación a la hora de plantear la posibilidad de acudir a un especialista en fertilidad, si bien es muy recomendable que la mujer consulte previamente y traslade sus dudas a su ginecólogo habitual, que es el que dispone de todos los datos de su historia clínica y le puede orientar de forma más individualizada sobre cuándo acudir a un centro especializado.
En general es buena idea acudir al médico especialista si después de intentar el embarazo durante un año, nada hubiera sucedido.
En mujeres mayores de 35 años esta consulta puede hacerse tras 6 meses de buscar el embarazo. El objetivo será realizar un diagnóstico básico, para poder ofrecer un pronóstico y planificar un tratamiento adecuado.
El objetivo será realizar un diagnóstico básico, que no significa necesariamente comenzar un tratamiento salvo que sea claramente necesario.
¿Cuándo debo acudir a un centro especializado en reproducción asistida?