Muchas gracias por vuestro apoyo.

Al final visto que mi marido no está por la labor de que me someta a tratamientos voy a tratar de mejorar las cosas con terapia natural. Al menos tendré la sensación de hacer algo. Y con mi cuñada… espero que el tiempo me vaya aplacando el revuelto.

Hola:

He hablado con mi marido y aún estamos más lejos que antes.
Si su postura era “si vienen los niños bien y si no, también”, ahora es “no estoy preparado para tener más hijos”.

Aún nos queda mucho que digerir del nacimiento de la niña. Creo que yo he pasado la etapa en que los miedos de que se volviera a repetir lo de la otra vez no me dejaban vivir. Mi marido la está pasando ahora.

Por mi parte, me he dado cuenta de que todas las “faltas”, todas mis “culpas” acerca del embarazo y el nacimiento de mi hija habían mermado tanto mi confianza en mí misma como mujer que me había borrado de esa condición. Yo, informática, (mala) madre, hija de mi madre, hermana de mi hermana, esposa de mi marido y tantas otras cosas más, pero no mujer. No sé cómo explicarlo. Es como si para mí, en mi fuera interno, en esa parte irracional que todos tenemos dentro, tuviera asociado mujer a ser madre, a parir, a dar el pecho. Y, cuando nació mi hija, me hubiera fallado en todas y cada una de las cosas que me convertían en una mujer auténtica. Hasta tal punto que he somatizado todo este batiburrillo mental en mi cuerpo y ya no funciona correctamente en la parte que le hace mujer: no ovulo bien, tengo ciclos irregulares y nadie acierta a explicar porqué ni porqué no me pasan estas cosas.

Y creo que esos miedos suyos y estos bloqueos mios son los que nos impiden volver a concebir. No voy a intentar ni de lejos seguir un tratamiento de fertilidad porque no va a servir de nada tal y como estamos. Necesitamos un tratamiento de recuperación de la confianza en nosotros mismos y en la vida.

Una vez que me he dado cuenta de todo esto, he empezado a trabajar sobre ello. Estoy creando, echando a volar esa parte que he tenido aprisionada durante 10 años. Yo puedo, yo soy capaz, yo creo. Por otra, he ido al herbolario y he comprado aceite de onagra para ayudarme a regular el ciclo. Creo que lo podría hacer sola, pero necesito una “muleta” psicológica para empezar a caminar. Sigo con mi pérdida de peso y me he planteado volver al gimnasio una vez más y, también, empezar de nuevo a meditar. Estoy en proceso de volver a cuidar de mí misma y de mi cuerpo nuevamente, de quererme mujer, de sentirme bien.

Me siento como la protagonista de una de esas películas de serie B. Ella es alcóholica y después de haber hecho pasar un infierno a su familia y todos sus amigos y la gente de su entorno, un día decide que es cierto, que tiene un problema y que necesita ayuda. Y la película acaba con una reunión de alcohólicos anónimos.
“Hola soy Jane y soy alcohólica”, dice ella, y todos la aplauden.

Hola soy Mosim y soy madre. Madre a pesar de haber tenido a mi hija por cesárea, madre a pesar de que el embarazo fuera terrible, madre a pesar de no poder darle el pecho, madre a pesar de no haberme puesto de parto, madre a pesar de que mi hija tenga síndrome de Down.

Y a lo mejor no soy una madre perfecta y a lo mejor me siento una mala madre muchas veces, pero en todo momento hice (y hago) lo que pensé que era mejor para mi hija y para mi familia. Sí, yo tengo la culpa de todo, pero también a mí sería a la que tendrían que dar gracias por todo lo bueno que se derivó de todo lo que hice y por todo lo malo que nos evitamos con todo lo que hice. Sí, soy yo la responsable, pero de lo bueno y de lo malo. Me he centrado durante tanto tiempo en mis faltas y en mi culpa que no he sido capaz de darle la vuelta a la moneda, de ver la parte buena de lo que hice.

He decidido tomarme el parto de mi cuñada como un bálsamo. Voy a ayudarla en todo lo que esté en mi mano para que salga maravillosamente y me sirva a mí un poco de terapia. Las cosas pueden salir bien, las cosas salen bien, para otra gente y, ¿por qué no?, también para nosotros si tenemos el valor de intentarlo.

Con el otro embarazo de mi cuñada tuve la oportunidad de colocar muchas cosas (el malísimo embarazo, la lactancia que no fue, el haber tenido un bebé con discapacidad, el haber estado en la clínica sin el bebé, el bebé ingresado un mes…), con este voy a poder colocar el parto. Parece poca cosa, pero sé que me va a costar. Mucho.

Creo que tienes toda la razón, con el estímulo de mi cuñada han aparecido todas mis angustias otra vez, pero esta vez he conseguido superar una buena parte de ellas haciendo uso de todas las estrategias que me sirvieron la otra vez. Y lo he hecho en un tiempo record: una semana. Sé que lo que queda me va a costar más (igual los 8 meses que tiene mi cuñada delante suyo para llegar al parto), pero lo voy a superar como he hecho con todo lo anterior.

Y mientras todas nuestras heridas cierran, sigo con mi proyecto de sexología, de cambiar de profesión. En septiembre voy a empezar a preparar un proyecto de educación sexual para niños, adolescentes y jóvenes con discapacidad.

Tengo otros proyectos e ilusiones (viajes, perder más peso, etc…) y me voy a dedicar a ellos. El mundo no se acaba aquí.

Gracias Cristina una vez más.

Besos,
Mosim

Muchas gracias Sonisky, yo espero aprender a ser feliz con lo que tengo, aunque ojalá consiga lo que necesito para ser feliz porque los deseos siempre están ahí.

Como dices, si aprendemos dónde tenemos los límites y aceptarnos como somos, seremos capaces de llegar aún más lejos.

Espero que tu embarazo vaya genial. Un abrazo muy fuerte.

Muchas gracias, os deseo lo mejor.
Siempre que entro en este foro lo hago todo revuelta y me ayudáis muchísimo.
¡Para que luego digan que internet deshumaniza!

Muchos besos y  :trebol:,
Mosim