Para pasar un poco el rato y para poder informar un poco a todas las que se encuentran en este estado tan paranoico como es la betaespera, se me ha ocurrido hacer un diario de todas las sensaciones, sentimientos y paranoias por las que vamos atravesando durante estas 2 semanas infernales.

Día de la transfe:
Me levanto a las 08:00 para esperar la llamada de la clínica. Qué nervios… Esperemos que haya descongelado bien el único embrioncito que nos quedaba. Me pongo la progesterona y pienso: lo mismo me la estoy poniendo para nada… a lo mejor me llaman y me dicen que el pobrecito embrión no ha sobrevivido a la descongelación… no, no, no… piensa en positivo, piensa en positivo!!!   😮

Desayuno tranquilamente intentando no pensar en nada y con el teléfono encima de la mesa por si llaman. Hago cosas en casa y a las 09:20 suena el teléfono… dejo que suene 1, 2, 3 veces. Parezco tonta… por qué no lo cojo??? Finalmente y con el miedo rondando por mi cabeza lo cojo y un biólogo (después de darle muchas vueltas y meterme más miedo en el cuerpo), me dice que la descongelación ha ido bien y que mi campeón ha sobrevivido. A las 12:00 será la transfe. Llamo a mi marido que está trabajando y quedamos en que me recogerá a las 11:15 y nos iremos para la clínica. Me ducho y preparo el camisón, las zapatillas…

Ya en la clínica tardan un poco en llamarnos. Subimos a la habitación y el celador nos indica que en unos minutos pasará la doctora que me va a hacer la transfe, que no haga pipí y que me vaya poniendo el camisón. Al ratito llega una doctora super joven a la que no conocía, me habla del embrioncito que me van a transferir y me da muchas esperanzas. Subimos con ella a quirófano. Me coloco el el potro de tortura y mientras van preparando el instrumental. Mi marido está conmigo cogiéndome la mano.

La transferencia resulta ser bastante complicada. Tengo el cuello del útero muy cerrado y no logran introducir la cánula. Lo intentan una y otra vez sin éxito.  :sweat:  Cuando por fin logra traspasar el cuello, sigo viendo las estrellas. Mientras, trato de distraerme mirando al monitor de la eco, pero por más que lo intento no logro diferenciar nada de nada. Por fin ha finalizado el martirio!!! El biólogo da el ok. En la cánula no hay nada, el embrión está dentro de su mami.

Tras 30 minutos de reposo y con muchos dolores, me levanto, hago pipí, mi marido me ayuda a vestirme y nos vamos a casita a reposar. Durante todo ese día tengo constantes dolores de regla bastante fuertes. Me tomo un geloc@til, pero ni por esas se me pasa. Por la tarde mancho marrón y me pongo de los nervios. En la clínica ya no hay nadie y no puedo llamar hasta mañana.

Día 1 de la betaespera:
Durante la noche duermo poco, pero la paso más o menos bien. Por la mañana continuan los dolores y sigo manchando marroncito. Llamo a la clínica y me dicen que es normal lo del manchado. Si no es rojo no hay por qué alarmarse. Me tranquilizo. Por lo demás no noto nada de nada, aparte de bastantes gases.  :go:

Día 2 de la betaespera:
He dormido regular. Ya no tengo dolor y el manchado casi ha desaparecido. A media mañana di un paseito corto. Por la noche cena en casa de unos amigos en plan tranquilo. Al final del día, supongo que por el cansancio, dolorcillo leve tipo regla. Muchos gases.

Día 3 de la betaespera:
Duermo bastante bien. Por la mañana fenomenal, no siento nada raro. Desde la tarde dolor de regla y muuuuchos gases (que no salen).

Día 4 de la betaespera:
He dormido fatal, me he despertado 3 ó 4 veces con un dolor de regla muy fuerte y sudando como un pollo. Desde que me he levantado los dolores han ido desapareciendo. Por la tarde vamos al cine y logro olvidarme un poco del tema, aunque de vez en cuando sigo con dolorcillos de regla. Por la noche me siento exageradamente hinchada. Desde que comencé el tratamiento he engordado más de 2 kg, espero seguir engordando durante 9 mesecitos!!!

Día 5 de la betaespera:
Parece que el tiempo se ha detenido. La noche la paso bastante bien. Por la mañana tengo algún dolor de regla. Las otras veces los dolores fueron casi al final (¿?). La tarde más o menos bien… salimos a hacer algunas compritas y me entretengo bastante. Ya por la noche, lo mismo de siempre: muchos gases y la tripa hinchadísima (parece que ya esté de 3 ó 4 meses!).

Día 6 de la betaespera:
Un día más… un día menos!!! Me ha costado dormir por los dolores de regla, pero en cuanto me levanto desaparecen, qué cosa tan extraña…. Desde ayer se me sale constantemente la progesterona, intentaré tumbarme durante media horita cada vez que me la ponga, a ver si así aguanta mejor. Menos mal que ahora estoy sin trabajar y puedo hacer esas cosas. En general he pasado el día sin ningún tipo de síntoma, lo único la tripa muy hinchada, pero por lo demás como si nada.

Día 7 de la betaespera:
He dormido del tirón, hacía tiempo que no disfrutaba de una noche sin dolores, sin necesidad de ir al baño y sin comeduras de cabeza. Aún así, me siento muy cansada… seguro que es por haber dormido 8 horas seguidas (aparte de la progesterona, que me deja hecha polvo). Por ahora la mañana va transcurriendo sin novedad. Durante todo el día sólo noto la tripa hinchada y cansancio.

Día 8 de la betaespera:
Ya he pasado el ecuador y la verdad… esta betaespera no me está resultando tan paranoica y agobiante como las otras veces. Esta la estoy llevando mejor, supongo que el hecho no hacer tanto reposo ayuda a no pensar constantemente en el tema. Eso no quiere decir que no piense en ello, pero es mucho más llevadero hacer “vida normal”.
Qué mal he dormido!!! No vayáis a pensar que ha sido por alguna cuestión relacionada con este estado de incertidumbre en el que me encuentro, sino porque se nos olvidó poner el aire acondicionado en la habitación y hemos pasado un calor tremendo. El aire nunca lo encendemos durante la noche (nos da de lleno), lo que hacemos es ponerlo a las 9 o así y en el momento de acostarnos lo apagamos y la habitación está fresquita. Pero ayer se nos olvidó y con el calor que está haciendo en Madrid no os podéis imaginar la nochecita que hemos pasado. Además la ventana no solemos abrirla de noche porque vivimos en una zona residencial de chalets y los perros de las casas vecinas no paran de ladrar.
Hoy estoy igual que los últimos días. Los dolores de regla que tenía han desaparecido, lo único que noto es mucho cansancio y la tripa hinchadísima (cada día más). Por lo demás estoy como si nada. Ya me empieza a rondar por la cabeza la idea del pipitest. Por un lado estoy como loca por hacérmelo y así salir de dudas, pero por otro me da verdadero pánico volver a ver ese blanco inmaculado en la segunda ventanita.

Día 9 de la betaespera:
O debería decir… a 5 días de la beta?
Bueno, pues hoy tengo alguna novedad que contaros. Desde esta mañana me están dando unos pinchazos muy raros en la zona baja del vientre. Me habrán dado como 4 ó 5 en lo que llevamos de mañana. Me dejan como paralizada un par de segundos y luego se me pasa como si nada hubiese pasado…
Estoy muy irascible, como en estado de mala leche constante. No soporto que mi marido me diga nada, en seguida salto y le respondo cualquier bordería. Pobrecito mío… lo que aguanta!!! Llevo todo el día disculpándome, pero al ratito, vuelvo con cualquier otra salida de tono. Menos mal que me entiende, que si no…..

Días 10 y 11 de la betaespera:
Hemos pasado el finde a casa de unos amigos y me ha servido para olvidarme un poco de los síntomas, aunque he tenido dolores de regla (en ocasiones bastante fuertes).

Día 12 de la betaespera:
A 2 días de la beta. Volvimos ayer domingo por la tarde hechos polvo, sobre todo yo… no podía con mi alma y he dormido casi 11 horas. Me hacía falta.

Esta mañana me he decidido y aunque estaba muerta de miedo me he hecho un pipitest. Lamentablemente ha dado negativo…. otra vez. Como en todas anteriores ocasiones no ha habido lugar a dudas: blanco nuclear, inmaculado, ni una leve sombrita, nada. Mi sueño se desvanece. Ya no nos quedan frigos, ni dinero, ni ganas de seguir luchando por algo que sé que nunca va a llegar. Después de 11 intentos (5 IA, 3FIV y 3 ovos) creo que ha llegado el momento de decir basta. Me rindo definitivamente porque no puedo más. 11 negativos son más que suficientes. Aunque parezca mentira, apenas he llorado. Estoy demasiado curtida y ya no duele… o sí? Ya no sé ni lo que siento. Tal vez el día de la beta me derrumbe, pero por ahora creo estoy bien. Nunca podré darle un hijo a mi marido al que adoro, pero estoy bien. Él lo entenderá, sabe que soy una gran luchadora.

Terminaré este diario para que futuras betaesperantes puedan leer mi experiencia, y así poder ayudarlas aunque como bien sabemos no hay síntomas determinantes que desvelen si va a ser positivo o negativo.