Este es un camino lleno de baches y no paramos de tropezar. Hay veces que entre tanta caída no vemos ni siquiera el final del camino.Todo se llena de curvas y piedras. Pero como dice Gaviota, todo llega.
Algún día cruzaremos la meta y nos veremos con un pequeñin en los brazos. Un pequeñin que va a ser el más deseado del mundo y mejor de los regalos.
Yo sueño con ese día. Y aunque hay muchos días que amanecen grises y llenos de nubarrones, hay alguno de vez en cuando muy muy soleado. Y así sigo adelante. Porque además esos días lucen gracias a gente como vosotras, que me ayudais y me empujais un día más a seguir caminando.
Gracias a todas.