También está la opción radical: decir que no puedes tener hijos, que eres infértil total y que sólo mencionarlo te pone fatal. Te aseguro que se acaban radicalmente preguntas, comentarios, etc. Te tratarán con compasión y penita (tendrías que tolerar esto, pero desde luego te evitarías todo lo demás). Y cuando tengas tu barriguita, vas y lo cuentas y todos te harán la ola por el enorme milagro ocurrido. Y ese día, te partirás de risa, porque el que ríe el último, ríe mejor.