Hola a todas…
Me incorporo a este foro, para conocer opiniones sobre este durisimo tema que nos atañe a todas que es la infertilidad.
Llevamos buscando nenes desde abril del 2010. Mi pareja ya tiene un niño de 9 años de otra relación, así que al ver que no me quedaba embarazada, supuse que el problema lo tenía yo, y efectivamente, las pruebas realizadas por la SS durante todo el 2011 lo confirmaron: OTB (OBSTRUCCIÓN TUBÁRICA BILATERAL). En mi informe además ponía que tenía un mioma de 1cm intramural cara anterior y eso me acojonó todavía más, pues ya me habían operado de uno similar en 2003. Con estos antecedentes me mandaron a FIV en el hospital de Son Esapses en Mallorca. Empecé tto. en Octubre 2012 con Procrin, luego Gonal + Menopur y así todos los días, pinchazos, pinchazos y pinchazos. Tenía el abdomen como un balón de playa, además de moratones. Por fin llegó el día y el 24 de octubre me hicieron la punción de la cual me sacaron 12 ovocitos, de los cuales sobrevivieron 9. De esos nueve, me transfirieron 2 el 26 de octubre. El resto a congelación -196ºC. De ese resto solo me quedaron 4, eso sí, segun la biologa, “excelentes”. La beta me la tenía que hacer el 7nov. y desgraciadamente salió negativa.
Pasaron las Navidades y con la regla de enero, empezamos tto. con Meriestra (esta vez pastis, nada de jeringas)…El 6 feb me hicieron la transferencia de dos embriocitos que habían sobrevivido a la descongelación (de -196ºC a 37ºC, que se dice pronto) y me los transfirieron con resultado negativo que se confirmó con la Beta del 18 feb. A todo esto, mi estado emocional estaba tocado a punto de hundirse, pero yo soy de esas personas que cuando parece que ya han tocado fondo, todavía pueden hundirse un poco más, y así es: la doctora me dijo, que el problema era -y cito textualmente-, “que los pobres embriones no tenían por donde implantarse de lo desastroso que era mi utero, que tenía tantos miomas que dificultaba la implantación”. ´Le pregunté si era posible operarse y me contestó lo siguiente: “no serviría de nada, te harían una carniceria y acabarían por extirparte el útero”. Menos mal que tenía un nudo en la garganta que impedia ponerme a llorar allí mismo. También me dijo que debíamos seguir intentandolo. Vaya mierda.
En abril empecé otra vez con la maldita meriestra (que estoy segura que ha sido el detonante de que se me multiplicasen los miomas) y el 18 de abril, justo un día antes de mi cumpleaños, me transfirieron mis dos últimos bichitos, a los que llamé “Hanzel y Grettel”, igual que los del cuento de los hermanos Grimm, con la única diferencia que la casita de la bruja, estaba en el cuerpo de su mamá. Ahora a esperar al 29 de abril a la Beta. No sé, no tengo muchas esperanzas. Además cumpli los 40 y eso es otro punto en mi contra.
Siento haberos soltado este rollo, pero si me leeis, gracias y os deseo mucha suerte a todas.