El tema para mi es que aquella amiga a la que contaba mis problemas más intimos ya no se ‘preocupa’ de mi, no me pregunta que tal estoy, he dejado de existir…ya solo existe el hijo y la conversación versa sobre él, sus proezas, hazañas, pequeños problemas, y todo lo que merece la pena la maternidad a pesar del sacrifio, etc… en esa única hora que quedamos de 24 horas al día y 168 horas a la semana que había reservado para hablar de nosotras y compartir lo que un día compartimos, no es mucho pedir no? es solo una hora…yo puedo estar fatal, que me lo comeré pq no habrá lugar a sacar ese tema…y igual no estoy fatal pero me apetece hablar de otras cosas de las que antes hablabamos…pues no, no puede ser..
O lo que es peor, lo que le pasa a una amiga mía, su amiga-hermana no es capaz de resevar ni siquiera esa hora para estar con la persona con la que creció y compartió un montón de experiencias unas muy positivas y otras muy negativas…esa hora tiene que ser con los niños, que ya hemos hablado de como son los cafés con los niños…
Yo cambiaré, desde luego, pero espero que no tanto como para que un día cuando mi hijo ya se independiente y su madre ya no sea su prioridad en su vida (será su novia/o, amigos/as…) mire a mi alrededor y la gente me haya dejado pq he pasado de ellos en quinta…y esté más sola que la una …

Eso también me pasó a mí con una amiga y me dolió muchísimo. Tuvo al niño y, tras los primeros meses, yo pensé que las cosas poco a poco irían siendo como antes, no del todo, porque no lo pueden ser, pero es que ni llamaba ni se preocupaba de sacar una hora “al mes” para quedar conmigo, cuando yo, durante años, me había tragado todos su problemas de amoríos y demás historias, y ella también escuchaba los míos, pero después el niño fue una especie de OFF por su parte.

Pasaron unos pocos años y sí que fue volviendo a ser como antes pero sólo cuando empezó a tener problemas con su marido y me lo quería contar para vaciar el buche… No supe qué hacer, si mandarla a hacer puñetas o qué pero no lo hice porque es mi amiga y traté de pensar eso, que la maternidad cambia mucho, hasta que me di cuenta de que no cambia tanto a todo el mundo…

Desde entonces se ha vuelto a comportar normal, incluso después de tener al segundo hijo. Se ve que con el segundo ya no es igual porque el primero se encargó de marcar el camino!!    Aunque eso no quita que no se me olvide lo mucho que pasó de mí.

De verdad que espero no perder tanto el norte si un día consigo ser madre.

Hola,
yo también he sentido la “superioridad” de algunas madres que comentaba martes algunos mensajes atrás. Parece como si ellas ya hayan pasado la meta y nosotras aún estuvieramos en la salida y nos miran desde lejos, pensando que ellas han ganado.
Yo también tengo una amiga de estas que comentais, sé que está ahí y que me quiere, está claro, pero bueno, ahora su prioridad es su hija, me molesta que no me pregunte como estoy pasando esto cuando durante su embarazo hablábamos todos los días una hora o más, y ahora, raro es el mes que llama una sola vez, me molesta que ya no haga planes con el resto de las amigas, se ha encerrado en su familia y de ahí no sale. La echo de menos mucho y me molesta que ella no me eche de menos. A veces me siento mal porque pienso que debería estar contenta por ella, porque tiene a su hija que es lo más deseaba en el mundo, pero tengo mi corazoncito y me duele, lo único que quiero, es que si algún día volvemos a tener una relación estrecha y yo tenga un hijo, no me comporte igual que ella.