Cristina……………no sé si nos has leido………..nos puedes guiar desde el punto de vista psicológico.

Como manejamos estos setimientos “incómodos y malos” hacia las suegras??
Porqué nos molesta tanto que hagan de “madres” con nuestros bebés??

En mi caso por ejemplo,tengo el  mal precedente de mi cuñada,la mujer del hermano de mi marido,o sea su nuera(no su hija).Ella le dejó hacer de todo :de abuela,y más aún de madre, de su primer nieto,y claro ahora mi suegra actúa igual conmigo.Ahora debe de creer que ha de hacer de “madre” tb,y yo no soy igual,soy mucho más independiente y autónoma. Y me molesta mucho que pase por encima de mi en muchas decisiones y ella se lo guise todo.

Como soy prudente y educada,he intentado “las indirectas”,” las sutilezas” y “la diplomacia”,pero no se si no funciona,o ella se hace la “sorda”(que tb funciona mucho eso).

En fin,que no sé como muchas enfocar el tema!!!!!!!!!!

Besos a todas y graaaaaaaaaaacias

Hola 13 !!

Pues sí, por supuesto que os estoy leyendo. En varios momentos de la conversación pensé en meterme, pero preferí seguir leyendo y dejaros el debate entre vosotras. Sois tantas participando en estos foros que algunas veces se escriben opiniones muy interesantes o experiencias sobre la manera de afrontar situaciones difíciles para la mayoría. Es entonces cuando yo también puedo aprender de vosotras, ya que yo he visto en terapia muchas situaciones difíciles por las que pasan parejas y familias pero aquí el número de experiencias es tan alto que me enriquece enormemente poder leeros.

En fin, tema delicado y complejo el de las suegras y nueras, pero intentaré aportar mi granito de arena. Para comprender el porqué las parejas o las familias funcionan deficientemente os tengo que explicar primero algo sobre la estructura de la familia humana. Todos los grupos humanos tienen una estructura y una organización (la mayoría de los animales también, como ya sabéis). A modo de ejemplo, imaginaros una familia de leones en la cual sea el macho el que intente cazar en lugar de dejar hacerlo a las leonas. Las familias de leones -al igual que otras- son funcionales y sobreviven gracias a su estructura y organización. Así, si las leonas cazan y los leones defienden el territorio y, por tanto, a su familia, todo irá sobre ruedas y esa familia funcionará bien porque no rompe la organización. En cambio, si el macho se empeñara en cazar siempre, se producirían a la larga graves problemas ¿verdad? El cuerpo del macho no está diseñado para la caza ni el cuerpo de las hembras está diseñado para defender el territorio luchando con los otros machos que lo pretendan. Ni qué decir lo que pasaría si los cachorros o leones jóvenes de pronto pretendieran ocupar el lugar de mando.

En la familia nuclear humana ocurre algo parecido. Los padres y las madres están al mando de la familia -o debieran estarlo- hasta que los hijos se independizan. Esa es la principal característica de su estructura. Hoy en día, hay hijos que pretenden llevar el mando, e incluso lo consiguen. Hijos que hacen lo que les viene en gana, hijos que levantan incluso la mano contra sus padres.. Pero es función de los padres poner límites a sus hijos desde la más temprana edad, así como lo hacen también los leones con sus cachorros. Es verdad que la familia humana va cambiando a medida que los tiempos cambian, que se modernizan. El rol de la mujer ha cambiado enormemente en las últimas décadas, pero la organización familiar sigue siendo la misma: en teoría, los padres (padre y madre, o padre solo o madre sola, o padre-padre o madre-madre) siguen estando al mando. Organizativamente, los padres están en un orden superior a los hijos y así es como ha de seguir siendo si pretendemos formar una familia funcional.

Los límites son necesarios en cualquier grupo humano, sea familiar, social, laboral, etc. Mientras la estructura se respeta, el grupo funciona. Los límites marcan hasta dónde una persona puede llegar en sus funciones y tareas asignadas. Y llegamos ya al tema conflictivo de las suegras-nueras, pues también aquí, básicamente, se trata de una cuestión de límites.

¿Pero, qué pasa cuando los hijos se independizan para formar una nueva familia?. A las madres, en concreto -que ejercen, en general, más de madre que los padres de padre-, les cuesta mucho darse cuenta que su estructura familiar cambió con la independencia de sus hijos; darse cuenta y aceptar que sus niños ya no son sus niños y que además duermen bajo otro techo, resulta difícil. El por qué eso ocurre así, tiene que ver, en general, con el tipo de amor mutuo que se dispensan madre e hijo, que es un amor más dependiente, más ‘pegoteado’ que el que se dispensan madres e hijas y que posiblemente esté todo ello relacionado con el desenlace del famoso complejo de Edipo. No acabando de aceptar la madre que el amor de su hijo ahora lo tiene que compartir con su nuera establece a menudo una relación de competencia con ella. Muchas madres piensan de antemano que la mujer que escogió su hijo por pareja no es la adecuada: no va a cuidar bien a su hijo, no es suficientemente ordenada, no va a cuidar bien a su nieto (hijo de su hijo querido)… Y muchas más…  O sea, nos encontramos con que existe ya de entrada un prejuicio generalizado que perjudicará seriamente la relación futura de la suegra-nuera.

Cuando la relación suegra-nuera es buena (que las hay), ya bien sea porque no nos encontramos delante de la típica suegra con prejuicios, bien porque ambas, suegra y nuera, se han caído bien desde el principio, bien porque se han marcado los límites de forma correcta desde el inicio, sea por lo que sea, con mucha más probabilidad no habrá problemas serios cuando nazca un nieto. Cada una seguirá manteniéndose en su sitio, ocupando su lugar, en cordialidad, con más o menos cariño, pero sin serios conflictos.

Ahora bien, como era de esperar, en la mayoría de casos de suegras invasivas o posesivas, nos encontramos también con un hijo dependiente, obediente o demasiado complaciente con su madre. Acostumbrado a esa dependencia (mutua), no sabe cómo hacer ahora para poner límites a su propia madre de tal manera que una libertad deseada de movimientos le permita construir su nueva familia. De cachorro en territorio paterno, ha pasado a ocupar el lugar de león macho en un nuevo territorio para formar una nueva familia, y ese transito constituye una seria dificultad para muchos hombres. En estos casos, la madre-suegra desea seguir siendo la reina y dueña de su hijo, y la mujer del hijo, a su vez, contempla -horrorizada- como su hombre se comporta en muchas ocasiones como un nene indefenso delante de su madre, siendo incapaz de dejar claro a su madre -ya sea con palabras o con gestos- que él ya ha formado una nueva familia y que la hembra de esa familia es su mujer. Y que en ese nuevo territorio además tan solo hay lugar para un hombre y una mujer, monarcas absolutos de ese reino, y que juntos decidirán las normas para ser bien recibido en su territorio. Normas que también pactarán para criar a sus hijos cuando los haya.

Así las cosas, hay nueras que se lo pasan muy mal al ver que a menudo no ocupan el lugar que habían soñado para ellas en su nuevo hogar familiar. ¿Pero ese lugar quien se lo otorga? Pues bien, se lo debería otorgar el marido así como el lugar que le corresponde al marido se lo debería otorgar la mujer. Ambos deberían darse el lugar que les corresponde en esa nueva familia. Si ambos, en cambio, no se dan ese lugar y no marcan los límites necesarios para construir esa nueva familia, cualquiera se verá capaz de colarse por esos débiles o inexistentes límites e inmiscuirse en asuntos que no le conciernen. Y entonces ya la tenemos liada. Las suegras, que no pueden romper fácilmente ese condón umbilical que todavía les mantiene atadas a sus niños, acabarán, seguro, por franquear las débiles murallas levantadas en el nuevo hogar.

A pesar de todo, la convivencia amorosa con los suegros es posible, siempre y cuando cada uno de los miembros de la familia nuclear y de la extensa también se mantenga en el lugar que le corresponde según el nivel ocupado en la estructura familiar. De todas maneras, he de decir que resulta difícil cambiar los patrones de conducta disfuncionales cunado ya se han instaurado en la familia, por tanto cuando esto sea así posiblemente sea necesario recurrir a una terapia de familia o de pareja para conseguirlo.

Espero que estas notas puedan serviros de orientación. También desearía que no se tomen los ejemplos comparativos sobre leones y humanos como machistas. Los he utilizado básicamente como metáforas con la intención de que la explicación fuera más ilustrativa.

Un saludo,

Ufffff…..que interesante!!!!!!!!!!!!!!

Me ha encantado la explicación,y tal como dice Crisoli,todo viene por los dichosos límites.

Entonces……la explicación a que no nos gusta que la suegra actue de “semi-madre” con nuestros hijos,sería que nos invade nuestro territorio,verdad?
a mi me suele molestar bastante que ella actue con mi hijo como si yo no estuviera delante…..agradezco sus consejos pero quiero equivocarme o acertar yo .Necesito hacerlo yo misma,con mi “león” claro.

Encima tengo el mal precedente que mi cuñada(casada con su otro hijo) no le marcó ningún límite,y le invadió el territorio a tope……………….y ahora me toca a mi hacerla retroceder.Pero claro,es lo que decimos ,tendría que ser mi marido y no yo(yo ya lo hago con mi madre)…………pero a él ya le va bien todo con tal de no discutir.

Mi caso es menos complicado que el de Crisoli,porqué creo que poco a poco podré ir poniendo límites.Aunque es curioso,que hasta que no ha nacido nuestro hijo,no tenía ningún problema con ella……….pero volvemos a los leones…..supongo que hasta que no llegó el bebé no vi “peligrar” mi propia familia,la vida de pareja como familía era más light,ahora con el peque el círculo se estrecha.

He entendido todo el relato pero sigo sin saber como “manejar” ese sentimiento de……como lo diria……. de antípatía,y medio-odio repentino hacia mi suegra.
Ya no me apetece verla,ni que venga a vernos………me siento incómoda,y a la defensiva.

Mil gracias Cristina,i mil gracias también Crisoli por dejarme participar en este post.

Solo decirte Crisoli que aunque tu estás “peor” que yo,no desesperes……ves marcando límites poco a poco,ya no te digo que hables con ella xq ya dijiste que era inútil…pero supongo que poco a poco y paso a paso,podràs conseguir cosas.

un beso a todas

MAR.

Hola chicas, deciros q empeze a leer este tema pq me llamo mucho la atencion el post. Yo aun no tengo hijos, pero mi relacion con mi suegra deja bastante q desear, y la verdad q despues de leer todo esto me da panico cuando consiga tener niños como sera mi nueva relacion con ella,
Yo vivo en lanzarote, pero no soy de aqui, mi pareja si, en la isla no tengo familia (ahora entendereis pq os explico esto).
Yo soy una persona muy independiente, llevo muchos años fuera de mi casa y no soporto q nadie intente manejarme la vida.
Cuando mi pareja y yo decidimos comenzar con el tto de fertilidad yo se lo comente a ella pq su hijo le daba corte contarselo, ella me dio su opinion y yo la escuche.
Ya llevo 3IAC, y en ningun momento me ha ofrecido su ayuda y ni hablar de su apoyo. Es mas, cuando nos ibamos para tenerife pq al dia siguiente nos hacian la IAC, pasamos por su casa para q nos llevaran al aeropuerto, me dice (como siempre a solas) vaya un viajar, no me pude contener, no solo con la mirada q la tengo muy expresiva, y le conteste q preferia quedarme en mi casa aunque fuera limpiando los cristales q viajar para lo q iba. Despues no sabia como arreglarlo.
Al dia siguiente cuando volvimos, ni fue al aeropuerto a recogernos, ni una llamada telefonica por si necesitaba algo, nada de nada de nada.
Y tb lleva un tiempo q no llama al telefono de casa, solo llama al movil de su hijo. Pero mas pierde ella.
Asi q no quiero ni imaginar como sera la cosa cuando tenga un  :icon_help1:
Muchas gracias por escucharme.  :-[

Hola,

Os agradezco muchísimo vuestros comentarios y me alegro de que os sirva la explicación anotada. De todas maneras, lo que os interesa en realidad es saber cómo hacer para manejar los sentimientos negativos que surgen en vuestra relación, básicamente, con las suegras. Al respecto, nº 13 (Mar) escribe:

“He entendido todo el relato pero sigo sin saber como “manejar” ese sentimiento de……como lo diria……. de antípatía,y medio-odio repentino hacia mi suegra.
Ya no me apetece verla,ni que venga a vernos………me siento incómoda,y a la defensiva”.

Es difícil cambiar los sentimientos que nos despiertan algunas personas, pero no imposible.  Como ya sabéis lo contrario de la antipatía es la empatía. La empatía es la capacidad de ponerse en el lugar del otro. Y no siempre somos capaces de hacerlo ¿verdad? Pero al menos hay que intentarlo. Comprender las razones de la otra persona para hacer lo que hace, es el primer paso para conseguirlo. Yo, os he dado la explicación del porqué muchas suegras se comportan tal como lo hacen, por lo tanto, habría que hacer el esfuerzo de ponerse en su lugar. Para conseguirlo, es necesaria una buena dosis de humildad. Me explico: ¿alguna de vosotras puede garantizar que cuando esté en el lugar de suegra no va a hacer lo mismo o parecido? ¿alguna puede asegurar que no va a interferir en la relación de su hijo con su mujer?. Particularmente, pienso que por mucho que penséis que de ninguna manera lo vais a hacer, lo cierto es que nadie sabe qué sentimientos se os van a despertar cuando llegue el momento, así que lo interesante ahora sería dotaros de esa humildad. Esa humildad es la que os permitirá poneros en el lugar de vuestras suegras y empezar a sentir algo de empatía por ellas.

Ellas, seguro, lo pasan también mal. No quiere esto decir que debamos aceptar su comportamiento, en absoluto. Pero si logramos comprenderlas, ponernos en su lugar, quizás parte de esos sentimientos negativos desaparezcan con el tiempo. Entonces quizás también os sea posible empezar a marcar algunos límites, aunque ya dije que, básicamente, los límites han de ser marcados por vuestras parejas. Si utilizáis la ternura para hacerlo en lugar del rechazo y la rabia quizás vuestra suegra se muestre más receptiva a vuestras necesidades. Quizás. No hay fórmulas milagrosas para conseguirlo, pero intentar sentir empatía es una buena forma para empezar.

Un beso,

Hola chicas,

He leido todas vuestras opiniones al respecto y por supuesto también a Cristina, creo que este problema ha existido y existirá desde que el mundo es mundo, una lucha de poder entre leonas, como dice Cristina.

Mi caso no es muy diferente al vuestro, una suegra dominanta y reina de su casa, con dos hijos varones que siempre han corrido cuando ella ha querido que lo hicieran, pero en mi caso se junta con una madre igualmente dominanta y con una relación de amor-odio-dependencia con sus tres hijas.

No voy a relatar situaciones concretas porque son similares a las vuestras, pero sí quería decir que puede ser, y lo pongo en condicional, que tengamos algo de inseguridad en nosotras mismas.

Veréis hablando con mi hermana mayor y madre de dos hijos llegamos a la conclusión de que también había un punto de egoismo por nuestra parte. Desde que he empezado a trabajar no soporto que se quede con mi suegra, y sin embargo reconozco que cuando llego la niña está feliz, riéndose y encantanda, la que no estoy encantada soy yo. No soporto que me diga lo que ha hecho o dejado de hacer durante la mañana y como la ha cuidado dependiendo del comportamiento de la niña. Sin embargo si es mi madre la que lo hace, la escucho con antención y no me importa, en las dos situaciones la niña esta feliz. Si la niña está feliz y a gusto, porque me siento mal, porque esa rabia contenida, y principalmente con mi suegra, es algo que no aguanto, es que no quiero que esté con ella y si con mi madre.

Creo que efectivamente es miedo, miedo a que nos coma terreno, a que la niña las quieran mas que a nosotras …………. no se a que pero creo que hay algo de miedo. Con nuestras madres no nos pasa, porque deseamos que nuestras hijas/os la quieran como nosotros, porque es algo nuestro, de nuestra familia, no solo no nos da miedo sino que lo alentamos, la nuestro es lo mejor.

Ya lo llevo mejor y desde que lleguamos a esa conclusión no sufro tanto, porque mi hija está agusto y al fin y al cabo, no es que la abuela tenga derecho a su nieta, es que la nieta también tiene derecho a su abuela, y auque me fastidían muchas cosas intento no llevarlas al extremo. Mi madre es mi madre, y madre solo hay una, y eso mismo le pasará a nuestros hijos con nosotras, pero reconocer que abuelas tienen dos por igual.

Ayer vino de visita mi suegra…………….e intenté empatizar,bueno empaticé con ella.
Me costó pero lo intenté,y eso me recordó a que ella no empatiza nada con su hijo y conmigo.

Partimos de la base que ella sólo ve al niño 1 vez por semana,y claro en un día “toca hacer” lo de toda la semana.
Pues lo mismo nos pasaba a nosotros con nuestro sobrino(su otro nieto) y tb solo lo veíamos 1 vez por semana……..pues esa vez que lo veíamos, ella podría dejarnos estar más rato con nuestro sobri,y no ser ella la protagonista……………..pues no!!!!Ibamos nosotros a verlo con toda la ilusión,y no nos dejaba ni darle la comida,ni despertarlo después de la siesta,ni nada de nada………….entonces,ahora me es muy difícil pensar favorablemente en ella cuando ella no pensaba en  nosotros(ni en su propio hijo)!!!

Y encima me pasa como Noche,que no soporto lo que hace,y gracias a eso,me esta pasando como a Panchito,que me está cayendo mal,y con eso poco se puede hacer.

Es que la pobre no da una a derechas………….porqué ayer si el niño se estaba durmiendo,en vez de dejarlo y pensar en el bién del niño,lo coge sin más!!!!pensando egoistamente lo que le apetecía
Si al menos hubiera dicho:” que te parece?,lo cojo?”
Yo le hubiera contestado: “espérate luego,ahora que duerma”

En cambio mi madre que me lo cuida cada tarde(la otra solo viene para pasear,y poco más)siempre me tiene en cuenta,me dice:
Que quieres que haga?
Que te parece si?
Puedo tal cosa?
Como hago tal otra?

Lo hace,porqué sabe que su madre soy yo,y que de la misma manera que a ella no le gustaron las interferencias,piensa que a mi tampoco……OJO,las mismas frases….tb las utiliza con mi costi!!!!!lo respeta cantidad!!!!
Y que conste que mi madre tiene un fuerte carácter,y tines las ideas muy claras,pero con su nieto me ha sorprendido y ha sabido ser prudente y estar en su lugar…….hace de  ABUELA ,no de segunda madre del peque!!!!!

Bueno ya lo he soltado!!!!

Un beso