¡Hola, chicas!
mil gracias por acordaros. Pues ahí hemos estado mi maridito y yo: él dejando su muestra y yo poniendo el brazo para que me sacasen 5 tubos de sangre y luego haciéndome ecografía. Hasta mañana no me dicen nada de cuántos embriones han obtenido. Yo estoy hecha un manojo de nervios. De hecho, ayer me dio una rabia no poder entrar aquí que no veáis, porque necesitaba chascarrear un poquito con vosotras. Los mismos nervios no me dejaban concentrarme en el trabajo ni nada. Pero bueno, la suerte ya está hechada. Mañana sabremos qué ha pasado en la punción y en laboratorio y, si todo va bien, el sábado transferencia.
Quiero pensar, necesito pensar, que lo vamos a conseguir. Sé que a vida sigue si no es así, pero desearía tanto poder ser mamá con mi maridín. Es que muchas noches cierro los ojos y veo esa imagen y es como un sueño… es lo más bonito que puedo imaginar y desear que pase. ¡Qué os voy a contar!
Y luego está el tema económico. Es nuestra segunda OVO y tercera transferencia. Es demasiado dinero. Yo no trabajo, porque al haberme venido a Barcelona, hasta que no tenga el nivel C de catalán, no puedo dar clases. Y mi marido el pobre sufrió un infarto y ya no puede dar más de sí en su trabajo. No creo que pudiéramos de nuevo afrontar este gasto. Es una verdadera putada lo del dinero. Para que luego digan que no da la felicidad. Es verdad, pero cuánto ayuda a conseguir lo que queremos.
Bueno, no voy a seeguir quejándome que por ahí no se va a ninguna parte.
Por cierto, ¿vosotras sabías lo de que la muestra de sangre sirve para obtener suero y que con la albúmina crían luego a los embriones en laboratorio? Me he quedado flipada. Yo eso no lo sabía, porque a mí no me lo habían hecho en mi anterior OVO. Me ha gustado eso de que con mi sangre estén ahora tratando de hacer que nazcan nuestros embrioncitos… ¡qué tierno!