Firmo cada una de las palabras que has dicho. Yo también soy una víctima de los dictados de esta sociedad de la producción. Y ahora me siento igual que tú.

Yo pienso lo mismo que ustedes, porque el bendito reloj biológico lo unico que pone es presión y estrés y dicen que eso no es bueno para lograr un embarazo  :dumb:

Creo que al menos deberían promover el que a temprana edad uno se haga estudios de fertilidad para saber si hay algún problema, nunca nadie te dice que puedes ser infertil, siempre te dicen que te cuides, que no tengas hijos joven, etc., pero bueno lo hecho hecho está, les deseo mucha suerte y de que se consigue se consigue.

besos  :bizoo:

Hola Vaganova,

Me pides mi opinión. Y tan solo una opinión daré porque es lo único que puedo hacer delante de un tema opinable como el que planteas. Cierto es que uno de los factores que favorecen la infertilidad es retrasar los embarazos, incluso hasta edad avanzadísima en algunos casos. Cierto es también que la sociedad en la que vivimos ha sufrido grandes cambios en las últimas décadas y que dejar los embarazos para más tarde es una de las consecuencias del tipo de vida que vivimos, ya que, en general, podemos elegir hasta cierto grado puesto que nuestra educación es fruto de la época en la que nacemos. En dicho sentido, entiendo que para muchas mujeres resulte frustrante el comprobar que existen serias dificultades para quedarse embarazadas mientras piensan que quizás lo hubieran conseguido fácilmente a edad más temprana. Entiendo, como he dicho, que haya frustración, pero no me parece consecuente que se generen sentimientos de culpabilidad por algo que en parte no se pudo elegir.

Lo que no comparto contigo, Vaganova, es que pienses que los estudios no sirven para nada. Solo por poner un ejemplo, a mí me sirven, en parte, para intentar ayudar a otras personas (no siempre lo consigo). Piensa, pensad por un momento, en uno de los aspectos más positivos que han sido consecuencia de que las mujeres estemos actualmente estudiando: un trabajo que nos proporciona, hasta cierto punto, una independencia que nuestras abuelas y algunas madres no hubieran imaginado jamás. La posibilidad de tener esa independencia, nos pone en una situación de poder elegir en cierto momento si seguir o no con nuestra pareja en caso de que las relaciones se hayan visto deterioradas de forma irreversible. Conozco mujeres ya mayores que aún habiendo sufrido toda su vida un duro calvario matrimonial jamás pidieron separarse de sus respectivos ya que no tenían trabajo ni tampoco estudios, o sea, suficientes recursos como para optar por otro tipo de vida.

Evidentemente, lo tiempos que corren poco tienen que ver con los de hace tan solo unas décadas. Las generaciones pasadas tuvieron unas ventajas respecto de la nuestra, pero la nuestra tiene ahora otras ventajas, algunas muy importantes, como la que ya señalé. Efectivamente, no podemos pretender tener todo, tener las ventajas de antaño y también las de ahora. Son tiempos difíciles los que vivimos, pero podemos elegir. Quizás por esta razón sean tiempos difíciles, porque continuamente la vida nos lleva a elegir, pero nuestras abuelas no pudieron hacerlo jamás. Su vida estaba -mucho más que la nuestra- planificada al nacer.

Hola Vaganova,
¿qué tal vas? Esta noche he soñado -casi despierta- con este asunto del que hablas en este post. Y me he acordado de ti mucho, claro.

Es increíble lo engañadísima que me siento por esta sociedad. Cristina dice que somos libres. Y yo digo que categóricamente no. A mí me han configurado para estudiar, estudiar y estudiar hasta casi ser abuela, y trabajar, trabajar y trabajar. Y no se me ha dado la posibildad de no estudiar o de no trabajar. Me han educado para ser fuerte sólo desde el trabajo. Y para menospreciar o ningunear la labor del ama de casa.

Y en cuanto a ser madre, lo que esta sociedad me ha dicho es: “Disfruta de la vida, eres joven, porque hoy se puede ser madre hasta muy tarde” (con esta frase, han equiparado el papel de la madre con el no disfrute). Y desde los medios de comunicación han aireado a bombo y platillo los casos de madres mayores, haciéndonos creer que igual que hoy vivimos más años que ayer, hoy una mujer es fértil más años que ayer. Y ESTO ES FALSO. Me siento absolutamente engañada. Casos, por ejemplo, como el de Ana Rosa Quintana hacen que muchas chicas se tranquilicen y crean que la maternidad se puede alargar hasta el infinito.

Es una vergüenza que los medios de comunicación no destapen este gran negocio de la ovodonación (y de la donación de semen), que nos tiene a las chicas del baby boom como a las principales clientas. Es absolutamente dañino que algo que podemos vivir como un “avance” y como una conquista para no sentirnos esclavas de nuestro reloj biológico, se viva como el gran tabú. ¿Qué pasará cuando esos niños crezcan y sea tan habitual como un análisis de sangre hacerse el ADN? ¿Qué pasará cuando un medio de comunicación se atreva a publicar en primera página que la mayoría de las chicas de cuarenta recurren a la ovo? De nuevo tendremos que pedir perdón por no ser perfectas, de nuevo nos sentiremos culpables. Es terrible cómo nos han educado para sentirnos débiles, culpables e imperfectas. Es terrible ver a señoras de cincuenta (y tantos) intentando hacer creer a los demás que siguen teniendo la regla, que ellas todavía no son menopáusicas, que siguen siendo fértiles, que siguen existiendo. Es tristísimo, no me digáis. (Bueno, que me voy de tema).

Por cierto, una vez te leí decir, Cristina, que es mejor no decir nada al niño o niña de que sus primeras células fueron donadas. Pienso que una psicóloga no tiene que ayudar a crear y mantener un tabú, sino a vivir la realidad con naturalidad y con alegría. No sé si recurriré a las nuevas técnicas, pero si lo hago, quiero que mi hijo se sienta súper orgulloso de ser hijo de los avances médicos de la humanidad, de ser hijo de la generosidad de las personas. Entiendo también que porque uno sea psicólogo, no tiene por qué ser infalible, evidentemente. Y que cada uno puede pensar como quiera. Pero fíjate, que esa opinión que diste me sorprendió mucho en ti.

En fin… ¿por dónde iba…?

Vaganova, cuéntame de ti, qué tal va el tratamiento. ¿Cómo van tus ánimos?

Cristina, muuuchas gracias por la labor que haces desde este fabuloso rincón, que nos arropa en este durísimo camino que se instala en nuestras vidas de repente, y nos mancha, y nos marca, y nos hiere, y a veces nos tumba.

Besossssssssss

Estimada Pepita,

Me ha sorprendido mucho (muchísimo) leer en tu correo que en alguna ocasión yo hubiera podido recomendar engañar a los niños sobre sus orígenes. Todavía no salgo de mi asombro por lo que he leído. De verdad que te lo agradeceré muchísimo si consigues encontrar esas palabras mías y mostrármelas. Creo que después de cuatro años en este foro ya habré escrito kilómetros sobre la conveniencia de explicar los orígenes a los hijos. Incluso en alguna ocasión he referido argumentos variados para así hacerlo: médicos, psicológicos, sociales, pero ante todo uno que considero el principal, el derecho de toda persona a conocer sus orígenes. Se trata de una cuestión de derecho, de ética… Y llevo ya años escribiendo en este foro en dicha dirección.
Por eso has de entender, Pepita, que me sienta ahora sumamente sorprendida de tus palabras escritas y que desearía mucho que encontraras ese post en el que supuestamente yo escribí lo que dices. O quizás va a ser que el Alzheimer se apodera de mí!! Y yo con esos pelos!!  ???

Un abrazo,

Estaba leyendo vuestra conversacion y me ha parecido de lo mas interesante. No creo que la culpa de todo la tengan los estudios o el trabajo o  la sociedad. Yo toda la vida he sido una buena estudiante, acabe mi primera carrera (ahora estudio otra) una diplomatura antes de llegar a cumplir los 21, hice practicas pagadas, etc….. con 22 estuve en una gra empresa haciendo vacaciones de verano y con 23 años estaba de coordinadora regional de un banco en el tema de seguros. Como veis toda una trayectoria profesional. Por aquel entonces llevaba desde los 18 años con el que ahora es mi marido y en esta gran empresa me ofrecieron un traslado a Canarias. Tarde exactamente 30 segundos en decir que no y dos horas en presentar mi dimision.
A parte de trabajo queria ser madre, montar una familia y con esos trabajos y con esos horarios totalmente imposible, mi madre a trabajado mucho toda su vida, tiene una gran carrera profesional y todo el mundo esperaba lo mismo de mi o mas incluso por mis estudios. Valore lo que io queria y lo que querian los demas de mi. Mi padre pataleo, lloro, etc… bueno me llamo de todo. Mi marido, que me hubiera ido, etc….. pero mi madre………… mi madre no dijo nada, solo sonrio, igual que  mi abuela, que dijo, si tu eres feliz haz lo que quieras y con quien quieras sin hacer daño a nadie.
Despues de todo esto, ahorramos algo de dinero, mi marido si tiene trabajo fijo, trabajando en cosas que no tenian nada que ver con lo mio, camarera, cuidar ancianos, comercial de telefonia, largas temporadas en el paro, recepcionista, etc…..
con 25 años me compre mi pisito de segunda mano en un pueblo, que pinte y arregle io con muebles de oferta, con 27 años me case en la boda que io quise, con la gente que quise, modesta pero mia. La gente comentaba,  incluso algunos llegaron a decir que me habian despedido y que habria hecho para que me despidieran. Ahora trabajo a media jornada,  lo que me permite mucho mejor compaginar mis tratamiento y ganar algo para pagarlos la verdad. Pero si mañana mi trabajo impide que pueda cuidar de mis hijos, tengo claro mi prioridad.
Ahora con 30 años y afrontando un nuevo bache en mi vida, sigo pensando lo mismo, que opinen lo que quieran, que digan lo que quieran. La gente que de verdad me quiere, la que vale la pena, me acepta como soy.
Creo que las presiones sociales son muchas pero a veces somos nosotras las que nos presionamos, io no tengo la casa limpia como una patena, ni super decorada con los mejores muebles, ni soy la mas rica, etc……. Además siempre he sido gordita y en mi adolescencia tuve muchas presiones, tengo una amiga anorexica de la cual me tuve que separar porque me arrastraba y casi caigo en la bulimia. Ahora estoy rellenita Y QUE, como bien, me cuido por salud (mi artritis me da mucho la guerra) pero disfruto, lo más importante SOY FELIZ, TENGO GENTE QUE ME QUIERE Y ME QUIERO A MI MISMA.
Que quiero un hijo, claro, que voy a hacer todo lo que este en mi mano, tambien, pero si no lo tengo pues no pasa nada, buscare otras cosas, adoptare, no se, solo quiero vivir y mientras mi enfermedad me deje lo hare.
No se si os lo habre contado bien, si habre sido capaz de transmitiros lo que pienso y lo que siento, pero ante todo nunca os sintais culpables, las cosas se deciden en cada momento, y tus razones tienes para hacerlo y si los demas no lo entiende pues que les den, tu felicidad es lo más importante.