Hola Cristina:

hace mucho que no entraba a saludarte así que he aprovechado un huequito para escribirte.

Mi gran novedad es que me estoy haciendo sexóloga. Hace un año paseando por la red encontré un blog de un sexólogo. En uno de los post daba direcciones de academias, másters, cursos de postgrado, etc. Me informé, me animé y me matriculé esa misma semana. El día 15 de julio he acabado el primer curso (en total son dos).

He descubierto mi verdadera vocación. Al principio pensaba solo en aprender porque el tema me encantaba, pero con el tiempo veo que me gustaría dedicarme profesionalmente a ello y que además creo que valgo, que se me da bien.

He pensado en especializarme en educación sexual para chavales con discapacidad como mi hija. Es un campo en el que hay mucha necesidad y poca gente dedicada. También le estoy dando vueltas a abrir una pequeña consulta…. ¡Tengo muchos planes! Al principio lo compaginaré con el trabajo que tengo ahora (tiran más un par de letras que dos carretas…), pero espero poder pronto dedicarme a ello de manera completa. A ello y a mi familia, en particular a mi hija, ya que si consigo dar clases podría compaginar perfectamente mi trabajo con el cole de ella y así estar por las tardes libre (ahora llego a las 7.30 con la lengua fuera, excepto los viernes que llego a las 4… con la lengua fuera igual).

Sigo con mi psicóloga porque todavía no estoy lista para “emprender” el vuelo sola. Estoy mucho mejor: este año he adelgazado 7 kilos (una tarea pendiente desde hace casi 10 años), me he atrevido a cortarme el pelo, a darme mechas de dos colores (¡ahí queda eso!), … Parecen pequeños cambios pero para mí son importantes.

Sigo con mi marido, este año hacemos 15 años casados. A pesar de que es una persona realmente muy buena, en algunos temas no pensamos exactamente igual y eso nos hace sufrir a ambos. En estos tres años he aprendido a poner límites para poder tener un espacio mio… pero me cuesta mucho y con él más que con nadie. De todos modos, ahí seguimos los dos, tejiendo nuestra vida y la de nuestra hija cada día con una vuelta como los jerseys de las abuelas. Lo importante es que nos queremos y yo confío en que ese amor nuestro nos ayude a superar los obstáculos y los lios que siempre surgen en la vida.

Cristina, guapa, no tengo mucho más que contarte. Me alegra leerte tan serena como siempre y dispuesta a ayudar como siempre también.

Muchos besos para ti y para tod@s los que entran en este foro,

Mosim

P. creo que huelga decirlo pero, como habrás podido adivinar, la pitufa sigue siendo hija única. No hay embarazo ni lo ha habido y no veo ninguno en el horizonte. Con respecto a la adopción seguimos también los dos reticentes, así que por ese camino parece que tampoco se ve ningún hij@ más.

:trebol: para tod@s.

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La felicidad no es la meta, es el camino.