Y finalmente pasó…
Hace 6 años empezamos a buscar un bebé con mi pareja, pasado un año fuimos a un centro de infertilidad y empezó el calvario de pruebas, ilusiones rotas y sueños sin cumplir. No nos diagnosticaron nada malo a ninguno de los dos, él más que perfecto y yo un hipotiroidismo que desde hace años mantengo controlado. No es necesario decir que en todas las tartas de cumpleaños mi  deseo era el mismo año tras año, al igual que al ver caer una estrella fugaz el deseo siempre estaba allí esperando ser cumplido. Encendí cirios en Lourdes y en todos los santuarios e iglesias que pude, metí la cabeza en la olla de la Mare de Deu de Núria y me aferré a todo.

Tras 4 IAC fuimos a por in Vitro, pasamos de la pública a la privada con la certeza de que el tiempo de espera era menor y aunque caro veíamos nuestro sueño cada día más cerca. Me sometí a la primera FIV en Mayo del 2008 y de los 6 embriones sólo uno seguía vivo el día de la transfer. Después de la mala noticia  en noviembre reunimos dinero y fuerzas suficientes  para hacer la segunda FIV; el resultado el mismo, sólo que en lugar de un embrión pudieron transferir  dos; el resto no pudieron ni siquiera congelarlos. Este segundo negativo fue el más duro, el que más costó de aceptar. En una visita el médico nos dijo que desconocían el  porqué los embriones morían antes de la transfer por lo que nos recomendaba una donación de óvulos; o de esperma dependiendo el resultado a pesar de estar los dos bien y tener menos de treinta años. En este punto nuestras ganas de seguir con todo el tema médico desaparecieron y una vez asumimos que nuestro hijo/a no sería la genéticamente “nuestro” decidimos empezar con toda la ilusión un proceso de adopción para China.  En Mayo fuimos a la primera sesión informativa y el 14 de julio entregamos la primera documentación. Conseguimos además vuelos bien de precio para China y visitamos este mágico país durante 15 días. Veía a todos los niños como mis posibles hijos y al ver una embarazada por la calle no podía evitar preguntarme si habría unos futuros padres lejos esperando  recibir aquel bebe en brazos.  Renunciamos por completo a tener otra opinión médica ya que sabíamos que nuestro hijo/a tendría los ojos rasgados y sería un “poco” diferente a nosotros.

Y finalmente pasó… estando en China tuve un retraso pero no le di la más mínima importancia, me había olvidado tomar la pastilla de las tiroides un par de días y pensé que quizá entre esto y el stress del viaje no era nada raro. Y volvimos a casa y preparamos las mochilas para hacer el camino de Santiago y la regla seguía sin venir; así que nos fuimos a la farmacia a buscar uno de esos tests, de los que tantos he hecho y que siempre habían marcado lo mismo. Cuando estaba abriendo el  envoltorio me enfadé conmigo misma y pensé “no te hagas ilusiones que ya sabes que no marcará nada” pero aparecieron dos rayitas… y dejé pasar 5 minutos más; por si las moscas la rayita mágica se iba pero ahí se quedó. Y leí las instrucciones de nuevo y  decían que dos rayas era positivo. Me quedé con el test en una mano y las instrucciones en la otra quieta; sin entender qué estaba pasando. Le hice una foto con el móvil; por si acaso al visitar la ginecóloga me decía que si estaba loca y que dónde había visto yo las rayas!  Y cogimos las cosas y nos fuimos a hacer el camino de Santiago. Pedí al apóstol que me ayudara, que lo difícil ya había sucedido y que sólo le pedía fuerzas para la pequeña criatura y que todo fuera bien. Y me escuchó. Hoy hemos oído su corazón buuum buuum y no he podido evitar llorar. Estamos de 8 semanas!  :trebol:

Me gustaría dar fuerza a las que estéis pasando un mal momento,  no creía en la gente que se quedaba embarazada sin más después de unas vacaciones o durante un proceso de adopción pero os puedo asegurar que pasa. Un beso a todas; muchos muchos ánimos.  Y finalmente pasará…