Análogos de la GnRH
Se trata de substancias químicas creadas a partir de la modificación estructural de la GnRH (hormona liberadora de gonadotropina) natural.
La GnRH endógena (la fabricada por el propio cuerpo) tiene unos receptores que se encuentran a nivel de la hipófisis y que a partir de ahí desencadenarán la producción del resto de hormonas del eje hipotálamo-hipofisario-gonadal, que son las relacionadas con el sistema reproductivo.
La función de estas sustancias químicas modificadas es unirse a los receptores de GnRH, y lo hacen con mayor afinidad que la natural por lo que ésta queda desplazada y los análogos ocupan su lugar. Al darse esta unión se produce un descenso de la secreción de FSH y LH, y como consecuencia una caída secundaria de los esteroides sexuales, principalmente estradiol. De esta manera se consigue la supresión farmacológica de la FSH y la LH propias del organismo y permite controlar, por un lado la estimulación ovárica mediante la administración de FSH y por otro impide la aparición de los picos de LH que provocan la ovulación espontánea antes de que pueda hacerse la punción folicular para recuperar los ovocitos.
Debido a su función son utilizados en algunas técnicas de reproducción asistida en las que es necesario controlar el crecimiento folicular y la ovulación.
Existen dos tipos de análogos de la GnRH:
Agonistas: Los agonistas de GnRH son substancias que tienen una gran afinidad por el receptor de GnRH de la hipófisis y una vida media prolongada, lo que los hace más potentes que la GnRH endógena. Los agonistas de GnRH producen la liberación de gonadotrofinas (efecto “flare-up” o vaciamiento brusco hipofisario). Si se continúa con el tratamiento los receptores quedan taponados de forma continua y dejan de responder al agonista. Este proceso provoca una disminución del número de receptores de GnRH que ya no son capaces de responder ante la GnRH y se inhibe así la secreción de FSH y LH producida por el propio cuerpo. Normalmente se necesitan de 6-10 días para suprimir la secreción de FSH y LH por completo.
Antagonistas: tienen un efecto inhibitorio directo sobre la secreción de gonadotropinas. La molécula del antagonista ocupa el receptor de GnRH de la hipófisis, bloqueando el acceso de GnRH endógena, evitando la unión y estimulación del receptor. La acción inhibitoria de los antagonistas es inmediata y para mantener la inhibición se necesita la presencia del antagonista, ya que en este caso no se reduce el número de receptores, por lo que la dosis de antagonistas necesaria para lograr y mantener la supresión, es mucho mayor que la de los agonistas de GnRH.
Ventajas de los antagonistas frente a los agonistas de GnRH:
- El tiempo para suprimir la secreción de FSH y LH es de horas en vez de días.
- El tratamiento necesita un menor número de inyecciones.
- No hay efecto “flare up” que provoque la liberación de gonadotropinas acumuladas.
- No es posible que se dé un pico de LH que pueda producir una ovulación espontánea.
- No provoca síntomas de supresión hormonal al acabar el tratamiento y la hipófisis recupera su funcionalidad al dejar de administrar los antagonistas de GnRH.
- Tras el tratamiento con antagonistas las dosis necesarias de FSH y LH para estimular la maduración folicular son más bajas.