La implantación embrionaria es el mayor reto al que se enfrenta la Reproducción Asistida en la actualidad. A pesar de los múltiples avances, las tasas de éxito de los tratamientos de fertilidad distan mucho de ser las deseadas.
Presentamos 6 datos relacionados con la implantación embrionaria que cualquier pareja en proceso de búsqueda de gestación (espontánea o mediante técnicas de Reproducción Asistida) debería tener presente para comprender la complejidad de este fenómeno.
1.- La implantación… ¿es cosa de dos?
Embrión y endometrio son los dos principales actores de este intrincado fenómeno biológico. El éxito de esta interacción conllevará la consecución del ansiado embarazo, que sucederá en caso de un adecuado equilibrio entre todos los factores implicados (hipotálamo-hipófisis, ovario, endometrio y embrión).
Todos ellos van a emitir sustancias con funciones específicas en el curso de la implantación, que actuarán sobre embrión y endometrio. Estrógenos, progesterona y FSH son las más conocidas, aunque otras moléculas (PP-14, integrinas, PAPP-A, IGFBP-1,…) son esenciales para la culminación del proceso implantatorio.
2.- La mujer: epicentro de la implantación
El papel de la mujer es particularmente importante en la adecuada interacción entre embrión y endometrio. Por un lado, la mujer contribuye a la genética del embrión aportando una célula esencial: el ovocito, que aportará el 50% de la información genética de ese embrión, de cuya integridad dependerá la consecución de un embarazo exitoso.
Por otro lado, el útero de la mujer (más concretamente, el endometrio) aportará el lecho donde el embrión deberá implantar, obteniendo los nutrientes necesarios para su desarrollo de la circulación sanguínea del útero materno.
3.- La salud de los padres, clave en el proceso
La buena salud de los progenitores es esencial para el éxito de la implantación. El consumo de tabaco, alcohol o una alimentación inadecuada se han asociado a peores resultados reproductivos.
La existencia de enfermedades crónicas en la mujer (como la hipertensión o la diabetes) obliga a realizar un seguimiento estrecho para iniciar el embarazo en el momento de un óptimo control de la enfermedad, hecho que facilitará la buena evolución de la gestación.
4.- Progesterona: hormona de la implantación
Las parejas que han vivido un tratamiento de fertilidad conocen de primera mano la importancia de esta hormona para el éxito de la técnica. Esta hormona se produce en condiciones normales en el ovario, en una estructura denominada cuerpo lúteo que surge tras la ovulación.
En algunas situaciones, puede ser insuficiente para un adecuado proceso implantatorio, por lo que debe suplementarse mediante preparados farmacológicos, como en el caso de los tratamientos de Reproducción Asistida. Su empleo se asocia a un aumento considerable en las tasas de implantación y embarazo en tratamientos como la Fecundación In Vitro (FIV).
5.- Cuando el embarazo no llega
El fallo de implantación es un diagnóstico que se emite cuando tras la transferencia de múltiples embriones de buena calidad la gestación no sucede. Esta situación es dramática para las parejas sometidas a tratamientos de fertilidad.
En estos casos, el papel del especialista en Reproducción Asistida se torna fundamental para el apoyo y asesoramiento a lo largo del proceso. La valoración minuciosa de cada caso de forma individualizada podrá ayudar a identificar y modificar aquellos factores embrionarios o endometriales que estén teniendo un impacto negativo en los resultados.
6.- Avances en investigación
Los progresos son constantes en la Medicina de la Reproducción. Actualmente, se están estudiando factores genéticos, inmunitarios e infecciosos que pueden interferir con un adecuado fenómeno implantatorio.
A pesar de ello, existen muchas áreas en las que aún se precisa de mayor evidencia científica para poder ofrecer nuevos tratamientos para mejorar el potencial de implantación en las parejas sometidas a tratamientos de fertilidad.
Como hemos visto, la implantación embrionaria es un evento multifactorial que, a pesar de los avances, continúa siendo un misterio en muchos casos. Por ello, la investigación de los mecanismos relacionados con el inicio del embarazo es imprescindible para conseguir el objetivo que los profesionales de la Reproducción Asistida compartimos con esas parejas que luchan por ser padres algún día.