El estudio, que se ha presentado en el marco del 29º Congreso Nacional de la Sociedad Española de Fertilidad (SEF), permitirá pautar un tratamiento más personalizado a las mujeres susceptibles de terapia inmunológica.
Uno de los principales problemas de los tratamientos de reproducción asistida es el fallo implantacional, es decir, cuando el embrión no se implanta en la cavidad interna del útero. Y las causas de los fallos de implantación son multifactoriales. Durante los tratamientos de FIV, la elevación de los niveles séricos de progesterona al final de la fase de estimulación también puede disminuir las posibilidades de que los embriones implanten.
Las células ‘natural killer’ son las responsables de la defensa inmunológica y son capaces de destruir aquellas células que identifiquen como extraños. Puesto que el embrión posee células distintas a la madre, podrían reconocerlo como extraño y destruirlo. Actualmente, se puede medir en la sangre o en el endometrio.
La ginecóloga de la clínica Ginefiv, la doctora Isabel Santillán, señala que “cuando no se logra el embarazo, la causa principal suele ser que el embrión no esté bien, pero hay ciertos casos que aún contando con un embrión óptimo, incluso de una donante, no se consigue la gestación. Algunos de estos casos se debe a las células ‘natural killer'”.
“Hasta el momento diversas investigaciones demuestran que existen mayor número de células ‘natural killer’ en las mujeres con fallo de implantación embrionaria, pero no se sabía en concreto si se debía medir en el endometrio o en sangre”, añade.
En el estudio se ha seleccionado un grupo de 24 mujeres con fallo implantacional a las que se ha analizado estas células tanto en sangre como en el endometrio. Estas mismas pruebas se han llevado a cabo en otro grupo control con mujeres sanas. Los resultados revelaron que el número estas células era más alto en las mujeres que no consiguieron el embarazo y que la diferencia estaba principalmente en el endometrio.
“Esta diferencia es más significativa en las células ‘natural killer’ del endometrio, valoradas por inmunohistoquímica, que en las ‘natural killer’ sanguíneas”, explica Santillán. Por ello, gracias al estudio inmunohistoquímico que analiza estas células en el endometrio puede ayudar a pautar un tratamiento más individualizado a las pacientes susceptibles de terapia inmunológica.
“Lo importante es identificar aquellas mujeres que necesitas esta terapia inmunológica, identificando las causas previas del fallo para adoptar estos tratamientos y así obtener mejores respuestas”, añade.