Infertilidad y relación de pareja
Por norma general la decisión de tener un hijo es sinónimo de un proyecto futuro en común y, por ello, el hecho de no conseguir el embarazo de forma natural puede convertirse, con el paso del tiempo, en un motivo de angustia.
En muchos casos, tan solo plantearse la infertilidad como posibilidad hace que, tanto el hombre como la mujer, experimenten cierta sensación de fracaso que, unida a una autoestima baja, afecta directamente a la relación de pareja, uno de los primeros elementos que suele verse perjudicado.
La incapacidad para concebir puede desatar cierto resentimiento entre los miembros de la pareja, que creen estar viviendo emociones completamente distintas o culpabilizan al otro de la situación. La tensión en la relación se ve incrementada por la programación de las relaciones sexuales (utilizando el calendario de ovulación y lacalculadora de ovulación), que disminuye la espontaneidad y la intimidad, convirtiéndose en un trabajo centrado en fines exclusivamente reproductivos.
Cuando esta situación se alarga en el tiempo muchas mujeres sienten que “son defectuosas” y algunos hombres ven cuestionada su virilidad. En ambos casos, esto puede traducirse en estrés, cuadros depresivos con crisis de ansiedad y cambios en el comportamiento sexual que afectan negativamente a su salud física y emocional. También puede desencadenarse un proceso psicológico doloroso con problemas psicosomáticos asociados, como sensación de pérdida de control, falta de sueño, disminución del apetito, cansancio o dolores musculares fruto de una situación de estrés continuado.