Skip to content

Asocian compuestos químicos de uso común con problemas de fertilidad en mujeres



Investigadores de la Escuela de Salud Pública Harvard TH Chan en Boston (Estados Unidos) han descubierto que los retardantes de llama, unos compuestos químicos ampliamente utilizados en muchos productos para favorecer su resistencia al fuego, pueden causar problemas de fertilidad en mujeres.

En concreto, según los resultados de un estudio que publica la revista Environmental Health Perspectives, han visto que las mujeres que presentaban concentraciones elevadas de este compuesto en orina tenían más dificultades para tener hijos o que su embarazo llegara a término.

Estos compuestos se utilizan en multitud de productos con el fin de reducir su inflamabilidad, como ropa, tapicerías, muebles, plásticos, televisores, teléfonos móviles e incluso cosméticos como esmalte de uñas.

Para su estudio, los investigadores examinaron datos de 211 mujeres que fueron a una clínica de fertilidad en Massachusetts para someterse a un tratamiento de fecundación in vitro. Y las pruebas de laboratorio mostraron altos niveles urinarios de metabolitos o subproductos de tres retardantes de llama: el fosfato de difenilo (DPHP), fosfato de bis (1,3-dicloro-2-propilo), en un y fosfato de isopropilfenil fenilo (ip-PPP).

En comparación con las mujeres con los niveles más bajos de dos de estas sustancias químicas (DPHP e ip-PPP) en orina, las mujeres con los niveles más altos tenían un 10% menos probabilidades de completar con éxito el tratamiento de fecundación in vitro, y hasta un 31% de menos en caso de implantes embrionarios. Y con el feto ya en el útero, un 41% menos de probabilidades de que el embarazo fuera viable y un 38% menos de que el bebé naciera vivo.

“Estos hallazgos sugieren que la exposición a estos compuestos puede ser uno de los muchos factores de riesgo que influyen en el éxito reproductivo”, ha reconocido Courtney Carignan, autora de la investigación.

Soluciones

Asimismo, también aporta nuevos datos que apoyan la necesidad de reducir el uso de estos retardantes de llama e identificar alternativas más seguras, ha añadido Carignan, que ahora trabaja en la Universidad Estatal de Michigan.

Los retardantes de llama se suman a una amplia gama de productos que no están ligados químicamente, por lo que se liberan continuamente en el aire y el polvo. “Todos ingerimos un poco de polvo todos los días porque pequeñas cantidades se adhieren fácilmente a nuestras manos”, según ha explicado la investigadora.

Además, otros trabajos ya han relacionado la exposición a otros productos químicos como los plaguicidas o los ftalatos, a problemas de fertilidad y un peor éxito reproductivo.