“Pedimos disculpas por las mentiras, el temor, el silencio y las decepciones”, dijo el presidente del gobierno de Australia del Sur, Jay Weatherill, ante el Parlamento estatal.
Weatherill añadió que espera que el gesto sirva para reconciliar a la comunidad de Australia del Sur con las personas que han sufrido por una práctica que hizo sentir “inmorales” a muchas madres solteras a las que se les negó el derecho a amar y cuidar a sus hijos.
Durante varias décadas, las madres fueron engañadas, otras presionadas y algunas hasta amenazadas para que firmasen los papeles de adopción de sus hijos, según una investigación oficial de 2000.
Se calcula que durante todo este período hubo unos 150.000 casos en Australia, de los cuales 17.000 ocurrieron en el estado de Australia del Sur.
En 2010, el Parlamento estatal de Australia Occidental se convirtió en la primera jurisdicción australiana que emitió una disculpa pública por las adopciones forzosas.
Varias organizaciones religiosas y hospitales también han pedido perdón por esta práctica, mientras el Gobierno de Australia evalúa la posibilidad de hacer un gesto parecido.