Las Aulas de la Salud de El Norte de Castilla abren hoy un espacio para la prevención del cáncer ginecológico y los problemas de esterilidad. En esta ocasión, el doctor Ángel Santaolaya, especialista en Ginecología y Obstetricia y director médico de la red de Clínicas FIV Recoletos, hablará sobre las causas y alternativas de ambos problemas. El salón de actos de Caja España-Caja Duero acogerá esta jornada que cuenta con el patrocinio de DKV Seguros Médicos, Volkswagen Vehículos Comerciales, Ambuibérica, la fábrica de galletas Gullón y la Junta de Castilla y León.
¿Cuándo puede considerarse que hay un problema de esterilidad? ¿Es muy frecuente?
Por consenso científico, se considera que una pareja es estéril cuando no se logra el embarazo tras un período de, al menos, un año manteniendo relaciones sexuales sin usar medios anticonceptivos. La esterilidad es un problema que afecta aproximadamente al 16% de la población occidental.
¿Cuáles son las causas?
Existen múltiples, tanto masculinas como femeninas para no poder tener hijos, que además pueden darse a la vez, pero la razón principal del aumento son los cambios sociales y el retraso de la maternidad. La edad reduce las posibilidades de embarazo de las mujeres. Si bien hace unas décadas era frecuente tener hijos a los 20, ahora cada vez más mujeres tienen su primer hijo rondando los 40 años. Este retraso de la edad de maternidad, por cuestiones laborales y económicas en la mayoría de los casos, reduce de forma determinante las posibilidades de embarazo e implica la necesidad de recurrir a técnicas de reproducción asistida.
¿Hay alguna técnica de reproducción asistida de reciente aparición o que esté creciendo?
La vitrificación de ovocitos. El retraso en la maternidad por causas personales está ocasionando que aparezca una nueva tendencia, la de congelar óvulos durante la treintena de forma segura y así poder utilizarlos recurriendo a técnicas de reproducción asistida al entrar en la década de los 40, cuando deciden ser madres por primera vez. Otro avance muy importante es el diagnóstico genético preimplantacional, una técnica que consiste en realizar un análisis del ADN de los embriones obtenidos en un ciclo de FIV, lo que permite diagnosticar enfermedades genéticas o cromosómicas en ellos antes de su implantación. Se trata de seleccionar únicamente los embriones sanos, antes de su transferencia al útero de la madre. En el avance de las opciones para los distintos modelos familiares, para las parejas de mujeres existe una técnica específica de maternidad compartida para mujeres casadas: técnica ROPA (Recepción de Ovocitos de la Pareja), que es un tipo especial de FIV que permite compartir el tratamiento entre las dos mujeres de la pareja: una de ellas aporta los ovocitos y la otra aporta el útero y gesta el embarazo. España es uno de los países más avanzados del mundo en reproducción asistida y en igualdad de derechos de las parejas homosexuales.
¿Hasta qué edad puede una mujer someterse a reproducción asistida?
La Sociedad Española de Fertilidad considera que se pueden intentar ciclos hasta antes de los 50 años. Sin embargo, las posibilidades de embarazo con ovocitos propios es aceptable hasta los 40 años, y a partir de esa edad el método más eficaz es la ovodonación.
¿Es frecuente que acuda una mujer soltera a las clínicas de reproducción asistida?
En las últimos tiempos se está produciendo un aumento continuo de mujeres que eligen la opción de ser madres en solitario. Sus opciones son exactamente las mismas que las de cualquier otra mujer, utilizando semen de donante.
Cambiando de tema para hablar de prevención. La mamografía no siempre detecta el cáncer. ¿En qué casos está indicado otras pruebas como la resonancia magnética?
Aunque con la mamografía digital directa ha mejorado mucho la resolución de las imágenes respecto a la mamografía convencional, lo que permite detectar lesiones más precoces y ver pequeños cambios que pueden indicar patología mamaria, la mamografía tiene limitaciones en el diagnóstico cuando la estructura es muy fibrosa, en edades jóvenes o en situaciones post-gestacionales. Así, cuando muestra unos resultados anormales, es necesario realizar otras pruebas. Las técnicas complementarias más habituales son la ecografía, la punción aspiración con aguja fina (PAAF), la biopsia con aguja gruesa (BAG). Las microcalcificaciones se valoran mediante biopsia asistida por vacío (BAV). En el caso de mamas densas también se realiza una resonancia nuclear magnética.
¿A qué se debe la diferencia de prevalencia entre varones y mujeres?
El simple hecho de ser mujer es el principal riesgo de padecer cáncer de mama debido a la asociación del mismo con las hormonas femeninas (estrógenos). Los hombres pueden padecerlo, pero es aproximadamentecien veces más común entre las mujeres.
¿Hay actualmente una tendencia hacia la cirugía conservadora?
El avance de las técnicas de imagen y quirúrgicas permite en muchas ocasiones precisar la extensión del tumor y realizar la extirpación del mismo o del cuadrante de la mama donde se sitúa sin tener que extirpar toda la glándula mamaria y ajustar la necesidad de la extirpación de los ganglios de la axila en función de si están afectados o no.
Existe asimismo una técnica llamada OSNA para evaluar si el cáncer de mama se ha extendido a los ganglios dentro de la misma operación quirúrgica de la extirpación del tumor.
Los tests de expresión genética ¿son fiables y aconsejables en todos los casos?
Existen distintos tests que determinan los perfiles génicos del cáncer y analizan la agresividad del tumor y su riesgo de volver a aparecer y, por tanto, mejoran la toma de decisiones sobre el tratamiento a seguir en cada caso, con quimioterapia o terapia con hormonas o los dos tratamientos. Existen dos test: el Mammaprint y el Oncotype (que es el único aprobado actualmente por la FDA), y sólo está indicado en tumores sin afectación de los ganglios.
¿Cuáles son las medidas para prevenir el cáncer de mama, incluso si se hereditario?
Solamente el 10% son hereditarios. El cáncer de mama no se puede prevenir, pero la probabilidad de padecer cáncer de mama se puede reducir controlando sus factores de riesgo. Algunos no se pueden modificar como la edad, ser mujer o los genéticos y otros tienen relación con los estilos de vida. Realizar actividad física moderada de forma regular, hacer una dieta rica en vegetales y fruta, no consumir alcohol, evitar el sobrepeso y la obesidad (particularmente en la menopausia) y los medicamentos con estrógenos (como los anticonceptivos orales o el tratamiento hormonal sustitutivo en la menopausia) reducen el riesgo. Aunque la relación entre el tabaco y el cáncer de mama es compleja porque el tabaco influye en la ingesta de alcohol y en la regulación hormonal, cada vez hay más estudios que demuestran que fumar es también un factor de riesgo.