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Cigüeña perezosa



La natalidad sigue de capa caída. Es lo que muestran los datos de los nacimientos registrados durante 2011 en los dos únicos paritorios de la provincia de Zamora, el hospital público «Virgen de la Concha» y el privado de Recoletas, ambos en la capital. En el Complejo Asistencial vieron la luz 993 niños mientras en el centro privado de la calle Pinar fueron sesenta los alumbramientos, en ambos casos según las cifras facilitadas oficialmente. La evolución de la natalidad es francamente mala, con 23 niños menos que el año anterior y los 1.053 nacimientos anuales de Zamora se sitúan al nivel de lo que sucedía hace un lustro, concretamente en el año 2006 que se cerró con 1.052. Fue la tónica durante los años 2005 a 2007, mientras que el año 2004 fue especialmente escaso de bebés (sólo llegaron al mundo 1.014) y por contra tanto 2003 como 2008 fueron excepcionalmente abundantes en fecundidad, al superarse ampliamente los 1.100 alumbramientos. 

Desde ese año 2008 y sus 1.130 nacimientos, la natalidad de Zamora no ha hecho sino decrecer, aunque es posible que en cualquier momento, como ha sucedido otras veces, la tendencia se rompa con un ligero aumento. Y es que la cifra de bebés nacidos parece encontrarse estabilizada en torno a poco más del millar, si bien la crisis puede influir en uno de los colectivos que hasta ahora más tiraban hacia arriba de la renovación generacional, los inmigrantes, normalmente parejas jóvenes en edad de procrear. La desaparición de las ayudas a la natalidad es otro posible factor a tener en cuenta a la hora de explicar la bajada de nacimientos, aunque el fenómeno puede deberse a una situación coyuntural, sin que las dádivas de la Administración a los nuevos progenitores tengan mucho que ver. 

En el Hospital Virgen de la Concha este año tampoco se ha llegado al millar de nacimientos, mientras en el Hospital Recoletas, que cogió el testigo al clausurado Centro Médico como paritorio privado de referencia provincial, la cifra de 60 nacimientos se puede considerar dentro de lo normal. 

Los datos de la actividad de los paritorios deja también otros datos de interés. Por ejemplo, la cifra de partos por cesárea se mantiene e incluso baja ligeramente con respecto al año pasado. En 2010 el 22% de los partos recurrió a esta técnica que consiste en practicar una incisión quirúrgica en el abdomen (laparotomía) y el útero de la madre para extraer uno o más fetos y suele practicarse cuando un parto vaginal podría conducir a complicaciones médicas. La línea es fomentar cada vez más los partos naturales, y de hecho durante el pasado año se recurrió a la cesárea en 210 partos, el 21,1% del total, ligeramente por debajo de lo ocurrido el año anterior y después de que se produjera un descenso grande en 2009. No obstante, el descenso del número de cesáreas puede deberse a factores puramente circunstanciales, ya que el recurso tanto a esta técnica como a los partos instrumentales (utilización de fórceps, espátula o ventosa para sacar al niño en el momento de la expulsión) se sigue utilizando cuando la indicación médica lo aconseja. Es decir, que la idea de que el parto sea lo más natural posible no se lleva hasta el extremo de poner en riesgo la seguridad del bebé o la madre.

Una de las técnicas en las que el paritorio público zamorano fue pionero fue la de la analgesia epidural, también denominado el parto sin dolor. Los resultados de su aplicación indican que se pudo llevar a cabo en un tercio de los partos. Concretamente, durante el pasado año se realizaron con epidural el 34% de los partos, cifra que se sitúa por encima de la del año anterior, cuando se quedó en el 30%. 

Tal y como señala la Junta de Castilla y León la anestesia epidural se ofrece en el cien por cien de las embarazadas, aunque no en todos los casos puede aplicarse. Los estudios realizados indican que existen varios factores que impiden un cien por cien de partos sin dolor. En primer lugar está la propia madre, que a veces rechaza la posibilidad de parir con la epidural. Otras veces son contraindicaciones médicas las que impiden aplicar la epidural, y hay que tener en cuenta también el momento mismo del parto, ya que hay embarazadas que llegan al paritorio en un momento demasiado avanzado del proceso, lo que impide la puesta en práctica de la técnica

Y este año, como viene ocurriendo en los últimos tiempos, se ha cumplido una regla no escrita, según la cual nacen más niños que niñas en Zamora. Concretamente en 2011, 497 partos fueron de varones y 464 de mujeres. La estadística no se da solamente en Zamora, sino en el conjunto del país y en todo el mundo, y no parece haber una razón clara que justifique tal desequilibrio. Hay teorías que hablan sobre una mayor capacidad de fecundación de los espermatozoides con el cromosoma masculino, mientras otras apelan a una compensación natural que permite mantener el equilibrio entre los sexos, ya que aunque nazcan más varones, también fallecen a edades más tempranas y el resultado es que en las distintas sociedades hay más mujeres que hombres

Lo que también ha crecido durante el año pasado son los partos gemelares, aunque los datos facilitados por la Junta no indican que se hayan dado supuestos de trillizos o superiores, relativamente más frecuentes hace algunos años, sobre todo por los tratamientos de fertilidad. Durante el pasado año hubo 16 partos de gemelos, lo que significa que se dio uno por cada 59 partos sencillos. El año anterior, 2010, se produjo un parto gemelar por cada 90 sencillos, si bien al tratarse de cifras relativamente bajas cualquier variación aleatoria puede incidir mucho en el porcentaje. Dicho de otra forma, el incremento porcentual de los partos de gemelos este año puede ser simplemente una casualidad sin más. 

El aumento de las gestaciones múltiples puede estar relacionado con el hecho de que cada vez más mujeres esperan para tener hijos hasta después de cumplir los 30 años, edad a partir de la cual aumentan las posibilidades de embarazos múltiples. En otras ocasiones este aumento también se debe al uso de medicamentos que estimulan la fertilidad y las técnicas de reproducción asistida, aunque en estos momentos este aspecto está más controlado. Factores hereditarios pueden predisponer también a una mayor probabilidad a tener gemelos.