Así lo ha avanzado en declaraciones a Efe el jefe de la unidad de reproducción asistida del Clínico de Valladolid, el doctor Luis Rodríguez-Tabernero, quien ha explicado que la Comunidad nunca ha puesto trabas a que mujeres sin pareja o lesbianas puedan acceder a estos tratamientos, ya que se ve como una forma de mejorar la demografía.

Además, “las mujeres solas suelen tener muy buen pronóstico” en cuanto a quedarse embarazadas, con lo que el tratamiento es más barato.

El coste de una inseminación artificial está entre los novecientos y los mil euros por cada intento, y el de la fecundación in vitro entre los 4.500 y los 5.000, y en la cartera de servicios entran hasta tres intentos en el primero de los casos y cuatro en el segundo.

El éxito en la inseminación artificial está en torno al 18 por ciento en cada intento si el semen es del marido, y del 25 por ciento si es de un donante; y en caso de la fecundación in vitro el éxito se eleva al 35 o 40 por ciento.

El responsable de esta unidad, que fue de referencia autonómica hasta hace año y medio, ha explicado que fue la primera que funcionó en la Comunidad y comenzó con la inseminación artificial en los años ochenta, y dio el salto fundamental, por “la diferencia en los resultados de éxito”, a la fecundación in vitro en 1994.

Cada año entre 120 y 150 niños nacen en la Comunidad vía fecundación in vitro y otros tantos por inseminación artificial.

Los datos reflejan que una de cada seis parejas tienen problemas de fertilidad, que se elevan a una de cada cuatro cuando la edad es a partir de los 38-39 años, ha detallado el doctor.