Los problemas de fertilidad afectan gravemente a la pareja
Los problemas de fertilidad tienen un fuerte impacto en la vida emocional de las personas que los experimentan. Sentimientos de frustración, fracaso, baja autoestima, ansiedad y depresión se entremezclan en el proceso en el cual la pareja descubre que tiene problemas de fertilidad.
Cuando una pareja decide someterse a tratamientos de fertilidad, ya ha pasado por varios intentos fallidos de conseguir un embarazo de manera natural. También ha experimentado la ansiedad que produce someterse a pruebas de fertilidad, la angustia durante el tiempo de espera de los resultados y el duro golpe emocional que supone recibir el diagnóstico de infertilidad.
Así, la pareja inicia el tratamiento de fertilidad acarreando un historial amplio de sentimientos y emociones negativas que afectan a la manera en que se enfrentan al proceso.
Sin embargo, la fase de dicho proceso que más afecta a la relación de pareja es cuando el tratamiento fracasa, cuando no se consigue el deseado embarazo.
Principales problemas de pareja derivados de la infertilidad
- El principal problema de la pareja ante la ausencia de hijos es la sensación de falta de plenitud. La pareja se siente incompleta e infravalorada por la sociedad. Tienen la sensación de que la sociedad no les concede el estatus de adultos y les condena a ser eternamente adolescentes por no tener hijos.
- En muchos casos, desaparece el placer en la relación sexual de la pareja. La presencia de disfunciones sexuales como consecuencia de la infertilidad es de más del 60%. Del mismo modo, la frecuencia de las relaciones sexuales se reduce, así como la espontaneidad, el deseo y el interés.
- Del mismo modo, en muchas ocasiones, la infertilidad se convierte en un tema tabú en la pareja, lo cual reduce la comunicación entre ambos.
- También se generan alteraciones dentro de la pareja sobre el grado de implicación en el deseo de ser padres. Esto causa conflictos y reproches mutuos acerca de la disposición de uno u otro en el objetivo de ser padres.
- Cuando se fracasa y el embarazo no se consigue, los sentimientos depresivos y de tensión emocional persisten. La pareja suele experimentar un apoyo social insuficiente por parte de sus seres queridos y del personal sanitario. De hecho, en un estudio realizado con parejas que se habían sometido a tratamientos de fertilidad 20 años antes, con una media de 8 años bajo tratamiento, se pudo observar que aproximadamente el 50% de las parejas que participaron en el estudio se habían separado.
- Realmente, nuestra sociedad está enfocada a la vida en familia y, en muchas ocasiones, falta empatía y comprensión hacia las parejas que padecen problemas de fertilidad.
- Es importante, para reducir los problemas de pareja derivados de la infertilidad, que las personas que los padecen busquen consejo profesional, redes de apoyo social o acompañamiento especializado durante su proceso.