La selección de donantes de óvulos y/o semen consiste en elegir al candidato o la candidata idónea para cada caso. En España, los donantes de gametos son anónimos y únicamente está permitido que su selección la realice el equipo médico, que buscará, entre otras cosas, que haya la mayor similitud en las características físicas del varón y/o de la mujer.
¿En qué tratamientos de reproducción asistida se precisa la selección de donantes?
Independientemente del modelo de pareja o de si se trata de una mujer sola, puede ser necesario que se requiera el uso de uno o de los dos gametos donados (óvulos y espermatozoides).
Las distintas técnicas de reproducción asistida pueden requerir del uso de gametos donados, óvulos y/o espermatozoides y la Ley sobre Reproducción Asistida en España marca los requisitos que deben cumplirse para poder ser donante, que entre otros muchos requiere ser mayor de edad, tener plena salud física y mental y marca una edad tope, que en las mujeres es de 35 años, con el fin de minimizar el riesgo de alteraciones cromosómicas en los bebés que son más frecuentes en las mujeres a partir de esa edad.
¿Cómo se realiza la selección de donantes en reproducción asistida?
Basándonos en los rasgos físicos de los receptores, se hace una búsqueda en la base de datos de los donantes, cruzando las características de ambos (altura, color de ojos, pelo, piel…) y grupo sanguíneo, y sobre este primer cribado se realiza una segunda selección, más fina, comparando las fotos de donante y receptor/a.
Hoy en día, podemos completar esta selección buscando, además de la similitud fenotípica, que haya compatibilidad genética para evitar la transmisión de enfermedades graves hereditarias a la descendencia. Todos somos portadores de entre 3 y 5 enfermedades genéticas sin que por ello padezcamos la enfermedad. Es decir, somos portadores sanos y no desarrollamos la enfermedad porque solo la heredamos de uno de nuestros padres. Si hubiéramos heredado la mutación en un determinado gen, tanto de nuestra madre como de nuestro padre, sí que tendríamos la enfermedad.
Para poder evitar que esto ocurra cuando elegimos un donante, lo que hacemos es, una vez hecho el panel genético, tanto en el donante que aporte el gameto como en la parte receptora, los cruzamos y comprobamos que no compartan mutaciones en los mismos genes. Con esto estamos seleccionando donantes con bajo riesgo genético, es decir, minimizando un posible problema genético en la descendencia.
Sin embargo, no debemos olvidar que los niños, durante su desarrollo como personitas, imitan a sus modelos, es decir, a sus papás, lo que se ve reflejado en su manera de hablar, en los gestos, etc., haciendo todavía más patente la similitud entre padres e hijos, independientemente del origen de los gametos.