La presión de formar una familia, y la idea de no poder tener niños puede hacer que sientas que has fallado como hombre o como mujer, o que decepcionas a tu pareja. Es importante por ello que reconozcas que el problema de fertilidad que estás atravesando con tu pareja, pueda implicar un quiebre o momento de crisis en la pareja. Un problema de fertilidad puede ser uno de los desafíos más difíciles con los que te llegues a enfrentar en la vida. Reconocer el problema es la clave para enfrentarlo.
A lo largo de esta búsqueda de concepción – que puede hayáis comenzado hace tan solo un par de meses, o por el contrario, ya llevéis años en carrera – es normal que tengas una tremenda sensación de pérdida (duelo por aquello que no llegas a realizar), o que te sientas estresado, triste, incomprendido por tu pareja, solo, abrumado, etc . Por este motivo es fundamental que además no te castigues por sentirte de esta manera. Hacer frente a tus emociones y aceptarlas puede ayudarte a superarlas.
4 Consejos sobre cómo sobrellevar el problema con tu pareja:
1. No te culpes a tí mismo.
Puede que te veas atrapado en un círculo de pensamientos negativos que sólo sirven para sentirte peor y empeorar las cosas con tu pareja o tu familia. Resiste la tentación de enojarte contigo mismo o de escuchar aquella pequeña voz en tu cabeza que dice: “No debería haber esperado; esto me pasa por haber abortado aquella vez; debería haber adelgazado/engordado más, haber hecho más/menos ejercicio, o haber cuidado más mi salud; no debería haber dado por hecho que tendría niños cuando quisiera”, o cualquier otro pensamiento negativo que puedas tener. Y te aseguro, la mente puede ser nuestro peor enemigo o juez.
En lugar de culparte – o culparlo – de una y mil maneras, mira hacia delante y piensa en cómo van a manejar la situación y salir de la crisis.
Si comienzas a sentir cosas tales como “debería haber hecho esto” o “podría haber hecho aquello”, recuerda que el problema de fertilidad que tienes no es culpa tuya y es el karma o destino que teníais que atravesar como persona o como pareja. Incluso si pudiste haber tomado decisiones diferentes, o haber hecho otra cosa, eso ya quedó atrás y es irreversible. Concéntrate mejor ahora en tu futuro.
2. Trabaja en equipo con tu pareja.
Ambos deben ayudarse mutuamente durante este tiempo, y no echarse nunca la culpa por las dificultades para poder concebir.
Esto no significa que deban ambos sentir lo mismo necesariamente, ni al mismo tiempo. Precisamente el hecho de que cada uno viva esta situación y la exprese de forma diferente – a su ritmo y su estilo personal – suele ser una de las dificultades más comunes para las parejas con problemas de fertilidad, ya que requiere un mayor cuidado y atención a la situación que está atravesando tu pareja. Si se cuidan emocionalmente el uno al otro, podrán luchar juntos contra el problema y salir más unidos de la dificultad (con o sin bebé).
Trabaja junto a tu compañero para encontrar maneras prácticas de compartir la carga. Si por ejemplo están haciendo un tratamiento in vitro, tu pareja puede hacerse más cargo de los costos o los papeles. O si en cambio él o ella necesita terapia inyectada, tú puedes ponerle las inyecciones.
3. Infórmate lo más que puedas.
Lee todo lo que puedas acerca de los problemas de fertilidad, pregúntale tus dudas al médico y conversa con otras parejas que estén en tu misma situación.
Mantenerse informado es especialmente importante cuando estás haciendo frente a un problema de fertilidad porque las tecnologías que hay detrás de los tratamientos son complicadas y cambian rápidamente. Tienes que entender qué está sucediendo desde el punto de vista médico, ya que esto te permitirá estar en condiciones de tomar decisiones bien fundadas y sobre todo, sentidas.
Recuerda que siempre existe un tratamiento de fertilidad natural o asistida que encaja mejor con una pareja u otra según el estilo de vida, creencias, presupuesto y más. Para ello puedes consultar libros, sitios de internet, foros, personas que conoscas y que hayan pasado por lo mismo, organizaciones, etc.
4. Fija límites acerca de cuánto tiempo estás dispuesta a intentar concebir.
Algunas parejas deciden desde un principio que no tomarán medidas extremas para tener un bebé. Otras invierten años y miles de euros agotando todas las opciones de tratamiento posible. Nadie puede decirte cuándo debes dejar de intentar tener un niño. Esa es una decisión que necesitas tomar con tu pareja y contigo mismo. Sin embargo, sentirás que tienes más control sobre tu vida si comienzas a pensar con anticipación hasta dónde estás dispuesto a llegar para lograr el embarazo.
Comienza por ejemplo por analizar qué posibilidades tienes, desde el punto de vista médico, tanto tú como tu pareja, decidir qué tratamientos no estás dispuesto a intentar con tal de concebir, y plantearte cuál es tu meta final.
Busca el apoyo de profesionales y psicoterapeutas en problemas de fertilidad. La sociedad no suele reconocer el dolor que causa la infertilidad, motivo por el cual, las personas que no pueden tener hijos tienden a ocultar su sufrimiento, lo que sólo sirve para aumentar los sentimientos de vergüenza y aislamiento.
Esperando que te haya sido útil, si quieres que te acompañe para atravesar este momento de dificultad personal o con tu pareja, clica en Terapia en Fertilidad y Reproducción