Según un comunicado, el método ha sido desarrollado por Jordi Benet y Agustí Garcia de la Unidad de Biología Celular y Genética Médica de la universidad, quienes para comercializarlo han creado el ‘spin-off’ Centro de Infertilidad Masculina y Análisis de Barcelona (CIMAB).
La infertilidad masculina requiere un análisis exhaustivo del esperma para conocer qué origina el problema del paciente y orientarlo así hacia tratamientos más indicados, siendo los parámetros más estudiados la concentración, la movilidad y la morfología del esperma.
Sin embargo, recientemente se ha comenzado a considerar como nuevo parámetro la fragmentación del ADN espermático, responsable del estrés oxidativo de los espermatozoides, por lo que la determinación de este parámetro puede justificar la presencia de esta fragmentación y descartar otros factores, y el médico podrá decidir si recetar o no antioxidantes.
‘A diferencia de otros métodos existentes, el sistema tiene las ventajas de que es sencillo, rápido y barato, y cualquier laboratorio lo podrá incorporar fácilmente’, ha explicado Garcia.